[082] Internet: Flash o No Flash
Por: Carlos Crismatt Mouthon
Los sitios Web de la actualidad ofrecen a sus visitantes originales presentaciones animadas creadas con el software Flash de Macromedia. Es fácil reconocerlas, basta con dar clic derecho sobre la animación y aparecerá un menú contextual con las opciones para manejarla y abajo una autopropaganda que dice “Acerca de Macromedia Flash Player”.
Claro, que para observar estas animaciones hay que tener instalada una pequeña utilidad –conocida como Flash Player- que debe bajarse de Internet en forma de plug-in, ya que no se instala con los navegadores, por lo menos hasta la fecha. Si al visitar una página en Internet que tenga una animación Flash el navegador detecta que el Flash Player no está instalado, inmediatamente aparece una ventana con la invitación para bajar el plug-in desde el sitio del fabricante.
Y aquí radica el primer problema. Por lo general la gente en la Web quiere que todo funcione con rapidez, especialmente en donde los proveedores de servicios tienen poco ancho de banda disponible para sus clientes y navegar es un atentado a la paciencia. Por lo tanto, si además de ser lenta la presentación de la página tenemos que esperar a bajar el plug-in del Flash Player lo más probable es que esa animación de Flash tenga que esperar otra ocasión más propicia para ser vista.
En segundo lugar, en Internet los navegantes están atemorizados por los virus, especialmente cuando se comprobó que estos venían por caminos antes insospechados como el correo electrónico. Por ello, hay una actitud de exagerada desconfianza que conlleva a que instalar un inofensivo plug-in –como el del Flash Player- se convierta en una decisión de vida o muerte.
Ante esta dura realidad muchos sitios Web que colocaron animaciones Flash para la página de entrada han tomado la sabia decisión de incluir un vínculo que invita a pasar directamente a otra página de inicio alternativa que no tenga Flash. Es decir, quienes actuaron movidos por la moda del Flash ahora están recapacitando sobre la forma correcta de utilizar esta nueva y fabulosa utilidad. Porque, hay que decirlo, Flash es genial. Lo malo es el uso inadecuado que se le está dando.
Como es la novedad, en Internet pululan ahora programas sucedáneos de Flash, mucho de ellos gratuitos bajo la licencia del freeware. Incluso, ya están disponibles pequeños programas –también freeware- que permiten capturar las animaciones Flash para examinar como están diseñadas, lo que se constituye en una forma práctica de aprender a manejar Flash de manera más fácil que en los engorrosos manuales que se encuentran en las librerías. Recordemos que con Flash, si utilizamos el botón derecho del ratón no aparece el menú con la opción “Guardar imagen como” tal como se hace con las gráficas.
Antes de Flash ya se contaba con el formato Gif89a, que permite almacenar múltiples imágenes en secuencia que al ser desplegadas por el navegador en un ritmo adecuado, nos da la sensación de movimiento. La clave está en crear las imágenes al mejor estilo de los dibujos animados, que luego son montadas en un software especial -como el Gif Animator que Microsoft ofrece gratuitamente- y que permite definir colores transparentes y duración de cada gráfico en la pantalla. Y lo mejor, no necesita de plug-in por que todos los navegadores lo reconocen.
Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de los días sábados de Montería [Córdoba].
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