[303] Windows Vista [23]

Por: Carlos Crismatt Mouthon

La tarea de esta semana es utilizar las herramientas de edición de la “Galería fotográfica de Windows” de Windows Vista. Empecemos por corregir los “ojos rojos”, un efecto que se produce cuando disparamos el flash al nivel de los ojos en la noche o en un sitio oscuro. La luz se refleja en el fondo del ojo y devuelve un rayo rojizo que afecta la fotografía.

La causa fisiológica es que en un ambiente de poca luz, la pupila se abre para aprovechar al máximo la escasa luminosidad. Esto hace propicio que la luz del flash llegue hasta la retina y transmita de vuelta el color rojo de los numerosos vasos sanguíneos que la irrigan. 

De paso anotemos que hay maneras de evitar los “ojos rojos”. Las modernas cámaras digitales tienen en su menú la opción de evitar este fenómeno, el cual funciona lanzando un destello previo que provoca el cierre de la pupila. De esta manera, cuando se produce el siguiente flash, ya la pupila está menos abierta o el sujeto ha entrecerrado los párpados.

Si la cámara no tiene esta opción, el mejor consejo es tratar de iluminar los ojos de las personas para que las pupilas reaccionen y se cierren. Puede ser un flash previo, encender una lámpara portátil o simplemente pedir que se mire a una fuente luz antes de tomar la foto.

En los niños y animales estos trucos casi no funcionan, ya que sus pupilas reaccionan más lentamente. Además, en los animales de hábitos nocturnos se produce un reflejo verdoso debido al “tapetum lucidum”, una membrana colocada detrás de la retina que amplifica la  poca luminosidad de la noche.

Pero si ya tenemos la foto con “ojos rojos”, la “Galería fotográfica de Windows” nos ayuda a retocarla. Para iniciar, damos doble  clic sobre la miniatura de la foto para abrirla. Luego pulsamos en la opción “Corregir” del menú que está en la parte superior, para que aparezca en el panel lateral derecho el submenú de edición.

Una vez que damos clic en “Corregir ojos rojos” se expande un cuadro de texto con las indicaciones para realizar la acción. El truco consiste en dibujar un rectángulo sobre cada pupila roja. El único cuidado es que se cubra el área total. Automáticamente el color rojo de la pupila se modifica por uno que el software calcula en base a la paleta de colores de la persona.

En realidad que no hay nada misterioso en esto. Ni es cierto que la “Galería fotográfica de Windows” sepa que se trata de un “ojo rojo”. Por ello es que solicita delimitar la zona en donde está la pupila, y al detectar que existe un tono rojo hace el cambio de color. Si lo hacemos con la cabeza de un fósforo, también funcionará.

Los clásicos de la edición de imágenes -como Photoshop y Photopaint- tienen incluida esta opción. Pero también hay otras maneras de hacer esto mismo, como en el caso de los editores gráficos que tengan la función de cambiar colores. Basta con seleccionar de una paleta el color con que se va a cambiar el “ojo rojo”, y luego se pulsa sobre un punto de la pupila.

Incluso, los que solamente tienen “Paint” –el elemental editor gráfico de Windows- pueden hacer uso del pincel para pintar píxel por píxel con otro color, cada punto rojo de la pupila.

Recordemos  que si la acción  aplicada no nos gusta, en la parte inferior derecha de la “Galería fotográfica de Windows” aparece activada la opción “Deshacer”, para regresar la fotografía al estado anterior.

Para la próxima columna, veremos las opciones de recortar la imagen y ajustar la exposición y el color.