Ellos y mi ser anónimo | El Dios que adora | Desencuentros | Me defiendo | Pájaro | Conjuro
De lo que soy | Equilibrio | La soledad de Gómez Jattin | Lola Jattin | Memoria | Abuela Oriental
Raúl y su familia ....
Ellos y mi ser anónimo
Es Raúl Gómez Jattin todos sus amigos
Y es Raúl Gómez ninguno cuando pasa
Cuando pasa todos son todos
Nadie soy yo Nadie soy yo
Por qué querrá esa gente mi persona
Si Raúl no es nadie pienso yo
Si es mi vida una reunión de ellos
que pasan por su centro y se llevan mi dolor
Será porque los amo
Porque está repartido en ellos mi corazón
Así vive en ellos Raúl Gómez
Llorando riendo y en veces sonriendo
Siendo ellos y siendo a veces tambié yo blanco papel
A que gentes de otros ámbitos conocieran sus noches estrelladas
de espermas de fandangos cuando la Candelaria
y esa alma gentil y bondadosa de ustedes mis amigos
que saben con una botella de ron blanco
entre pecho y espalda
prometer este cielo y el otro Los amo más en el exilio
Los recuerdo con un sollozo a punto de estallar
en mi loca garganta He aquí la prueba
El Dios que adora
Soy un Dios en mi pueblo y mi valle
no porque me adoren sino porque yo lo hago
porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad.
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan.
Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán
y lo nombro en mis versos.
Porque soy solo.
Porque dormí siete meses en una mecedora
y cinco en las aceras de una ciudad.
Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio.
Porque tengo un compadre
A quien le bauticé todos los hijos y el matrimonio.
Porque nací en mayo.
Porque mi madre me abandonó
Cuando precisamente más la necesitaba.
Porque cuando estoy enfermo
Voy al hospital de caridad.
Desencuentros
Ah desdichados padres
Cuánto desengaño trajo a su noble vejez
el hijo menor
el más inteligente
En vez de abogado respetable
marihuano conocido
En vez del esposo amante
un solterón precavido
En vez de hijos
unos menesterosos poemas
¿Qué pecado tremendo está purgando
ese honrado par de viejos? ¿Innombrable?
Lo cierto es que el padre le habló en su niñez de libertad
De que Honoré de Balzac era un hombre notable
De la Canción de la vida profunda
Sin darse cuenta de lo que estaba cometiendo
Me defiendo
Antes de devorarle su entraña pensativa
Antes de ofenderlo de gesto y palabra
Antes de derribarlo
Valorad al loco
Su indiscutible propensión a la poesía
Su árbol que le crece por la boca
con raíces enredadas en el cielo.
El nos representa ante el mundo
con su sensibilidad dolorosa como un parto.
Pájaro
En la clínica mental vivo
un pedazo de mi vida.
Allí me levanto con el sol
y entre tanto escribo
mi dolor y mi angustia.
Sin angustias ni dolores
ataraxia del espíritu
en que mi corazón
como una mariposa
brilla con la luz
y se opaca como un pájaro
al darse cuenta
de los barrotes que lo encierran.
Conjuro
Los habitantes de mi aldea
dicen que soy un hombre
despreciable y peligroso
Y no andan muy equivocados
Despreciable y Peligroso
Eso ha hecho de mí la poesía y el amor
Señores habitantes
Tranquilos
que sólo a mí
suelo hacer daño
De lo que soy
En este cuerpo
en el cual la vida ya anochece
vivo yo
Vientre blando y cabeza calva
Pocos dientes
Y yo adentro
como un condenado
Estoy adentro y estoy enamorado
y estoy viejo
Descifro mi dolor con la poesía
y el resultado es especialmente doloroso
voces que anuncian: ahí vienen tus angustias
Voces quebrada: ya pasaron tus días
La poesía es la única compañera
acóstumbrate a sus cuchillos
que es la única
Equilibrio
A vuestras espaldas Vino fuerte
Amores desdichados de mi vida Los más
Me construí poderoso y soñador
y ustedes se quedaron
con las hilachas inasibles de mi poesía
Seres queridos
De cuerpos intocados
De pieles adoradas
Seres que me preservaron del destierro de la carne
al ejercitar en mí la sexualidad enamorada
Seres inhospitalarios Así me gustaban
Ellos me enseñaron que cuando se ama así se pierde
y que cuanto se pierde en el amar
se gana en el alma
La soledad de Gómez Jattin
No sé donde arderás ahora corazón mío
Necesito entregarte siempre como esclavo Pobre de ti
Es urgente que enfermes otra vez y otra vez
Qué voy a hacer contigo ahí desocupado
como estúpida biología Vamos deshazte
de tu pesadumbre y emprende vuelo
¿Qué te sugiere el momento? ¿Te gusta esa mirada
envejecida pero atenta de tu buena sobrina?
Ve y háblale de cuando lloró sin motivo
O cuando de la risa se orinó en los calzones
O mejor recorre el campo y siembra un árbol
suntuario O llévate cordel y navaja
y construye un barrilete y eleva con él
tu soledad hasta las nubes
No No queremos los dos amigo mío hacer nada de eso
Queremos acostarnos otra vez sobre tu vientre
Pero esos tiempos han pasado Su cuerpo y su deseo
deambulan entre cines y bares de la urbe
enfebrecidos detrás de otros cuerpos y otros deseos
Y eso está bien Es su vida sin nosotros
Tiene derecho también a un placer libre
Allí está sola la luna y no se muere Solo está el viento
Tú me tienes a mí
Y a Nuestra Señora La Soledad de Gómez Jattin
Lola Jattin
Más allá de la noche que titila en la infancia
Más allá incluso de mi primer recuerdo
Está Lola - mi madre - frente a un escaparate
empolvándose el rostro y arreglándose el pelo
Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuerte
y está enamorada de Joaquín Pablo - mi viejo -
No sabe que en su vientre me oculto para cuando necesite
su fuerte vida la fuerza de la mía
Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara
de su dolor inmenso como una puñalada
está Lola - la muerta - aún vibrante y viva
sentada en un balcón mirando los luceros
cuando la brisa de la ciénaga le desarregla
y el pelo y ella se lo vuelve a peinar
con algo de pereza y placer concertados
Más allá de este instante que pasó y que no vuelve
estoy oculto yo en el fluir de un tiempo
que me lleva muy lejos y que ahora presiento
Más allá de este verso que me mata en secreto
está la vejez - la muerte - el tiempo incansable
cuando los dos recuerdos: el de mi madre y el mío
sean sólo un recuerdo solo: este verso
Memoria
Más allá de la muerte y sus desolaciones
que perviven intactas como la vida misma
hay un sol habitado de palomas y árboles
que guarda tu futuro en mitad de mi infancia
Joaquín Pablo mi viejo niño y amable
la edad nos confundióo y nos separó dolidos
en mañanas de Mayo esperando la lluvia
y en las horas del brillo y las escaramuzas
de los gallos de riña entre los matorrales
Hay un silencio grave parecido al olvido
que me nubla mis ojos y quiebra mi garganta
en tus voces que guardo como una tibio sábana
para el frío de los años y la soledad cansada
Eras el último hombre honrado que sobrevivía alegre
Eras aquel sentido sembrador de amorosas pasiones
En mitad de la vida se me escapó tu cuerpo
Como un frutal cargado soleado y cuidadoso
que me heredó sus mangos en lo más deébil del alma
Abuela Oriental
A esa abuela ensoñada
venida de Constantinopla
A esa mujer malvada
que me esquilmaba el pan
A ese monstruo mitológico
con un vientre crecido
como una calabaza gigante
Yo la odié en niñez
Y sin embargo vuelve
en esta noche aciaga
con algo de hermosura
Por algo se dice
que con el tiempo uno perdona casi todo
Vuelve con sus cicatrices en el alma
de fugada de un harén
con sus "mierda" en árabe y en español
Con su soledad en esos dos idiomas
Y ese vago destello en su espalda
de alta espiga de Siria