Shakira número uno
Por Elisa Restrepo Le Flohic

Doscientos mil álbumes vendidos en Estados Unidos en quince días. Una canción escalando los listados Billboard. Dos Grammy latinos y uno norteamericano. Diez millones de fanáticos que han comprado sus discos. Es la colombiana más famosa del mundo.

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David le propinó un certero golpe a Goliat. Un golpe en la cabeza... de las listas Billboard, la última palabra en materia de industria discográfica. Y no fue a uno, sino a varios de los gigantes de la música en Estados Unidos, que hasta hace unos meses no sabían quién era una mujer llamada Shakira o la tenían codificada en su cerebro como una artista latinoamericana que triunfaba cantando pop en español y moviendo la cadera como sus ancestros libaneses. Estaban convencidos de que si intentaba hacer un producto bilingüe no podría ni tocar a las puertas del mercado estadounidense.

Shakira tocó y le abrieron. En su debut en ese país con el disco Laundry service (Servicio de lavandería), presentado hace dos semanas, ocupó la tercera casilla entre los cien álbumes más vendidos, y le dio un dolor de cabeza a Michael Jackson, Madonna y Enrique Iglesias, quienes quedaron en puestos inferiores, y a Britney Spears, a quien le pisó los talones del segundo lugar.

El primer sencillo del disco, Whenever, wherever, ocupó la casilla 21 en esa ocasión y en el último listado, que se publicó el jueves pasado, ascendió al 14. Sus rivales, que ocupaban una mejor posición, descendieron.

Antonio de la Rúa, su novio, fue la inspiración para componer Suerte, primer sencillo del álbum Servicio de lavandería.

La caja registradora no deja de sonar en Sony, confirmándole a Tommy Mottola, el director ejecutivo, la jugada maestra que fue haber apostado por la barranquillera. Laundry service ha vendido más de 200.000 copias. El experimento que comenzó en 1996 con Pies descalzos, trabajo del que se tradujeron algunas canciones al portugués, parece que se repetirá con creces. De ese álbum, cuyas composiciones más conocidas son Dónde estás corazón, Antología y Un poco de amor, se vendieron más de cuatro millones de copias en español y un millón más en Brasil. La cifra se repitió con la producción ¿Dónde están los ladrones?

El éxito de Pies descalzos lo confirmaron dos premios Grammy latinos y uno en Estados Unidos, reconocimientos que sentaron las bases para que los ejecutivos de la disquera tomaran las riendas de la carrera de la cantante desde el cuartel general en Norteamérica, pues la artista trascendía ya las fronteras colombianas.

Después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de este año en Nueva York y Washington cundió el pánico en Sony pues el lanzamiento de Servicio de lavandería estaba próximo y la clara influencia de los ritmos árabes en las canciones podía no ser bien recibida por el público en ese momento de aguda crisis internacional. Pero la aparición de Shakira como una sirena que salta del agua y se abre paso entre una estampida de caballos salvajes fue suficiente para tener a los norteamericanos tarareando Suerte en su lengua materna.

"SHAKIRA PUEDE SER UNA PRINCESA DEL POP, PERO ES UNA PRINCESA CON SUSTANCIA". CHICAGO TRIBUNE.

Los medios de comunicación percibieron al instante el fenómeno y se tomaron el tiempo para estudiar el CD y la historia de la mujer de extraña voz que ahora pedían los oyentes en las emisoras. Los comentarios no pudieron ser más halagadores. El diario Chicago Tribune escribió que la colombiana cuenta con el equipo perfecto: Emilio Estefan como productor, Freddy DeMann detrás de la estrategia para hacerla un ícono del pop (como hizo con Michael Jackson y Madonna) y Tommy Mottola, quien apuesta todo para llevarla a la cima. La publicación concluye el artículo asegurando: "Shakira puede ser una princesa del pop, pero es una princesa con sustancia".

Entertainment News Daily, un conocido programa de farándula, la definió como una bomba sexual colombiana por la que corre sangre árabe y para quien a sus 24 años no fue suficiente conquistar Latinoamérica con su música, sino que arrasa en ventas con su primera producción en inglés.

Pocas personas estaban convencidas de que la transición pudiera dar buen resultado y menos de que sacudiera los cimientos de las listas Billboard en las que los cantantes latinos se introducen tímidamente, aun los que tienen nacionalidad estadounidense. En una entrevista Shakira afirmó: "Nací en español, crecí en español, amo en español y peleo en español. Cuando me di cuenta de las implicaciones que tendría hacer este álbum en inglés pensé ¿cómo me metí en esto?". Pero las personas claves dentro de su plan de mercadeo -Estefan, Mottola y DeMann- se convencieron y la empujaron a dar el salto. El director ejecutivo de Sony aseguró que el carisma de la cantante y sus habilidades como música y compositora eran suficientes para llegarle a gente de todo el mundo. La definió como la poseedora de una personalidad extremadamente poderosa y absolutamente única.

Han pasado once años desde que Shakira, acompañada por sus padres, se presentó en Sony Colombia y convenció a la firma de que grabara su primer disco. Se llamó Magia y menos de mil personas lo compraron. Hoy, ha vendido casi diez millones de copias de los tres últimos trabajos. Con sus grandes ojos, la colombiana hipnotizó a los norteamericanos y, como en su video, cruzó el mar hasta costas españolas donde ocupa el primer lugar. Los cascabeles que un día le puso a un ceñido pantalón de cuero dieron el tono perfecto y demostró por qué acertaron al llamarla Shakira, la "mujer llena de gracia".