José
María Córdova 1799-1829 Prócer
antioqueño de la Independencia (Concepción), septiembre 8 de
1799 - El Santuario, octubre 17 de 1829). José María Cordova,
conocido como el "Héroe de Ayacucho", fue el general antioqueño
más destacado durante el período de Independencia. Hijo
de Crisanto de Córdova y Mesa, pequeño comerciante activo
en el oriente antioqueño que apoyó las tempranas acciones en pro
de la independencia, y de Pascuala Muñoz Castrillón, Córdova
no tuvo mucha educación. Gracias al curso militar de Cuerpo de Ingenieros
de a República de Antioquia, organizado en 1814 por el sabio Francisco
José de Caldas en Medellín,
se empezó a interesar por la causa revolucionaria. En
1815 se enroló en el ejército y marchó a Tunja
a combatir contra los españoles, con el grado de subteniente, bajo el mando
del coronel francés Emanuel Roergas Serviez, su primer maestro en
asuntos militares. El batallón en que combatía contribuyó
a la victoria en la batalla del río Palo, y Córdova fue ascendido
a teniente, con sólo 16 años de edad. Con el inicio de la reconquista
española en 1815, Serviez fue nombrado general en jefe del ejército,
pero derrotado en 1816, debió replegarse a los Llanos
Orientales. Allí
Serviez fue asesinado, presuntamente por órdenes de José Antonio
Páez, y Córdova fue acusado de deserción cuando trataba
de huir. Finalmente, Córdova se libró del fusilamiento a que lo
condenó el consejo de guerra, y poco tiempo después se le dio un
puesto de mando, con motivo de la llegada de Bolívar
con Venezuela, en 1816. Córdova marchó a Guyana en 1817 y
el Libertador lo incorporó a su estado mayor. Al finalizar la campaña
libertadora de 1819, Bolívar comisionó a Córdova el
desalojo definitivo de los últimos reductos del ejército realista
en Antioquia y la Costa Atlántica,
luego de lo cual debía asumir el gobierno de la Provincia, evidenciando
en poco tiempo su carencia de dotes como gobernante. Córdova expulsó
a Francisco Warleta y al jefe del gobierno español en Antioquia,
Carlos Tolrá, en la batalla de Chorros Blancos (Campamento) a principios
de 1820. Comandando
el batallón Antioquia, participó en la toma de Cartagena en 1821.
Con el inicio de la Campaña del Sur, Bolívar
le ordenó marchar a Ecuador, y en la batalla de Pichincha, no obstante
estar muy disminuido su grupo, tuvo un reconocido desempeño, tal como lo
informaron José María Obando y Antonio José Sucre. También
contribuyó en el debilitamiento de las fuerzas realistas pastusas, comandadas
por el líder indígena Agustín Agualongo. Córdova
ya ostentaba el grado de general de brigada, cuando se emprendió la campaña
del Perú, bajo el mando de Sucre. En la batalla de Ayacucho, logró
derrotar al ejército realista comandado por el virrey José de
la Serna. Se resolvió así la Independencia del Perú,
liquidando definitivamente el imperio colonialista español. La consecuencia
inmediata fue la confirmación de la independencia de América
del Sur, la creación de Bolivia y el reconocimiento como naciones
de los nuevos Estados suramericanos por parte de Francia, Inglaterra y los
Estados Unidos. Córdova
continuó hasta Bolivia, donde permaneció hasta 1827 al mando de
las fuerzas militares del país, mientras se llevaba a cabo su organización
como nueva nación. Por este tiempo se le acusó de la muerte de unos
de sus subalternos en Popayán, pero fue exonerado. Los orígenes
de esta acusación se puede buscar en la reacción antimilitarista
que tuvo lugar en la Nueva Granada. a causa de los excesos cometidos por los generales
y soldados que participaron en la independencia,
así como en los cuantiosos gastos que en ocasionaba un ejército
numeroso y ocioso, concluida ya la guerra. Como reacción a la dictadura
impuesta por el Libertador Simón Bolívar,
Córdova se rebeló y organizó un movimiento militar en Antioquia,
que tenía como fin el restablecimiento de la Constitución de
Cúcuta. A esta insurrección se sumó, además, la sospecha de su complicidad
en la conspiración de septiembre de 1828 contra Bolívar. En
carta al General Domingo Caycedo, fechada en Pasto el 15 de marzo de 1829,
Córdova decía: "Estoy diciendo al Libertador el único
camino que queda para salvarse con Colombia y hacer generosamente la paz con el Perú, después de haber destruido
su ejército invasor: desembarazar al sur de tanta tropa dejando las guarniciones
necesarias; encargar del arreglo de la administración, en general, al General
Sucre; y volver en este año a Bogotá; reunir la representación nacional como lo había prometido, darle
cuenta de su conducta; y dejarla obrar libremente; he aquí mis deseos y
lo que ya he dicho muchas veces al Libertador". Córdova
fracasó en su rebelión. Fue vencido y muerto en la planicie del
El Santuario, por las tropas del General Daniel Florencio O´Leary, en 1829.
Su corta vida sólo le permitió revelarse como guerrero, incapaz
de asumir tareas en la administración de gobierno. Según su biógrafa
Pilar Moreno de Ángel, " Córdova llevó una vida donjuanesca
y era tan ducho en las artes del amor como en las guerras". Se esforzó
tenazmente por educarse, pero las condiciones impuestas por la guerra no le permitieron
formarse para asumir responsabilidades en la conducción del gobierno y
establecer una posición mesurada en el manejo de su ideario político
de la posguerra.
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