David Sánchez Juliao se ha venido acercando más y más, con sus cuentos, al requisito vivencial del compromiso consecuente del escritor contemporáneo.

En sus páginas queda registrado un gran interés por los problemas rurales, revelando la forma cómo la estructura de clase ha ido moldeando la concepción del mundo campesino de la Costa colombiana y hasta su manera de expresarse y articular el pensamiento.

Estos cuentos son síntomas preocupantes de una degradación social que el pueblo mismo habrá de combatir y superar al tener conciencia de ella, a través de sus propios mecanismos de lucha y educación.

El cuentista comprometido con su propia realidad que es Sánchez Juliao ha respondido a estas urgencias. Cuando descubre la explotación que agobia a la gente de los miserables caseríos que los latifundios van ahogando; cuando revela el despilfarro del pudiente y la penuria del trabjador, el autor va armando una imagen trágica y real de la vida cotidiana. Pero al mismo tiempo, como transmisor de una forma literaria que encaja en la tradición cultural del pueblo.

De allí la importancia de este libro y la contribución presente y futura que puedan hacer los escritores que aspiran a servirle a su pueblo e identificarse con él.

Orlando Fals Borda
1974