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Asociación Grupo de Arte y Literatura El Túnel

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FRAGMENTOS DE ARTÍCULOS PUBLICADOS EN EL PERIÓDICO EL TÚNEL Nº 17,
FEBRERO DE 2009
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EL EROTISMO EN LA BIBLIA *

Por CARMEN AMELIA PINTO **

La Biblia, ese texto sagrado de que tanto se habla, que muchos leen pero pocos entienden; el libro más editado, más vendido y que cada quien interpreta a su manera; además de ser religioso, ético, moral, histórico, literario, geográfico, filosófico, antropológico, arquitectónico, es, también, un libro erótico. No hay descripciones lujuriosas ni detalladas de los hechos; menciona los casos como hechos normales, simples gotas, llovizna que moja sin empapar; lo demás queda a la imaginación del lector. Esto, especialmente, en el Antiguo Testamento.

Un ejemplo de lo anterior se da en el cuento Juana aprendió sus primeras letras. Allí, Álvaro Cepeda Samudio lo escribe claro: según él, Juana se volvió puta por andar leyendo La Biblia, sobre todo el Antiguo Testamento, que, como afirma, “es un montón de historias que van desde las más inocentes y elementales hasta las más enrevesadas y pornográficas”. (P. 79)


* Fragmento de la conferencia leída el 12 de junio de 2008 en el acto denominado “Del discurso erótico: narración, poesía y ensayo”. Montería: Auditorio Cámara de Comercio. Organizó: El Túnel.
** Narradora y ensayista cereteana. Miembro de El Túnel

Una rápida visión por los primeros libros del Antiguo Testamento lo confirma: desde el Génesis, principio de la creación, el sexo se pasea por el edén; no existía el pecado, pero sí el sexo: “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos” (Gen: 3, 7). Y no sólo conocieron su desnudez, sino que la empezaron a utilizar, a gozar y a poblar la tierra.

Quizá nosotros, lectores comunes y religiosos, no entendamos por qué, si Jehová ya había entregado la tabla de los diez mandamientos a Moisés, la sexta ley que es: no fornicar, y la novena: no desear la mujer del prójimo (que también se ordena en viceversa a la mujer: no desear el marido ajeno), sean las más violadas, y que sean los violadores de esa ley los mismos reyes elegidos por Dios. Entre los más sobresalientes por este hecho están David y su hijo Salomón. David, incluso, llegó al asesinato de los esposos de sus amantes para quedarse con ellas. Veamos algunos ejemplos:

En Hebrón, David tuvo las siguientes mujeres: Mical (mujer de Paltiel), Ahinoam, Abigail (mujer de Nabal, a quien mandó a matar en la guerra, cuando éste se enteró que su mujer también era mujer de David), Macca, Haguit y Abirtal (2 Samuel: 3,3).
Y en Jerusalén tomó David más concubinas y mujeres; once en total, a las que dio un hijo a cada una (2 Samuel: 5,3).

Después tomó a Betsabé, a quien vio bañándose desnuda en el jardín de su palacio, ordenó a sus hombres traerla a su aposento, y la poseyó sin saber quien era. Después de la posesión se enteró que era la esposa de Urías, jefe de su ejército. Entonces David ordena a sus hombres darle muerte para quedarse con ella. Mientras la orden se cumple Betsabé vive con su esposo, estando ya embarazada de David. El primer hijo murió poco después de nacer, el segundo hijo fue Salomón.

Betsabé en el baño, obra de Rembrandt

Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le buscaron una joven virgen, “para que esté delante de él, lo abrigue y duerma a su lado” (1 Reyes: 1,1). Le trajeron a Abisag, ella abrigaba al rey y le servía, aunque por su edad no la poseyó.

También se cuenta que en las batallas que ganaban, tomaban a las esposas e hijas de los enemigos asesinados. Y David ganó muchas batallas.

De Salomón se dice textualmente: “Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y tantas mujeres desviaron su corazón” (1 Reyes: 11, 3). Y todas estas mujeres convivían en sus palacios. Pero a pesar de tener tantas mujeres, no tuvo muchos hijos, sólo dos. Su sabiduría le permitió gozar del sexo sin procrear demasiado.

Salomón fue menos guerrero que su padre, libró pocas batallas y enviaba a su ejército, él dirigía desde sus palacios, donde estudiaba con cautela los conflictos que se presentaban y les daba una solución que no incluyera la guerra. Estaba más dedicado al estudio de la filosofía y a atender a sus mil mujeres (…).

EL RIGOR EN LA EDUCACIÓN

Por LIVIS PERNETH GAMERO*

Más que tecnología, más que métodos y lenguaje sofisticados, lo que necesita nuestra educación es rigor y sentido común. Y lo digo porque no hay que ser estudioso, ni mucho menos pedagogo (con sólo tener sentido común es suficiente) para advertir que el sistema cualitativo de evaluación, que se venía implantando desde hacía algunos años en Colombia, era -bajo cualquier punto de vista- un adefesio institucional, y que con esta invención de algunos iluminados en la materia, la educación no sería de mejor calidad ni más ética ni más humana.

Y creo, al margen de otros factores que en este momento voy a soslayar, que se debe a una sencilla pero imprescindible (como todas las cosas sencillas) razón. A este sistema se le olvidó la dificultad como elemento formativo en el ser humano. Todo trabajo intelectual exige sacrificio, responsabilidad, un espíritu de lucha en donde, es apenas obvio, existen los fracasos, los errores insalvables y las satisfacciones. Los obstáculos hacen parte del proceso educativo, son derrotero inevitable del conocimiento. ¿Hay acaso un conocimiento que no sea pugna: con el saber establecido, con el equívoco individual, con las creencias dominantes, con la sociedad?

Ah, pero cuando uno hablaba de lo inútil que era este ingenuo sistema, de la necesidad de rescatar la disciplina y el respeto en el aula de clases, de que el docente debía dejar de ser un “facilitador”, porque una verdadera formación demanda retos y el triunfo loable ante la adversidad, los pedagogos que se creían a la moda, nos rotulaban de tradicionales (que es como decir déspotas) y con un discurso esnobista y plagado de palabrería, los entendidos vociferaban sobre las bondades de la flexibilización del ejercicio educativo, y sobre cómo era antipedagógico el hecho de que más del 5% de los estudiantes perdiera el año.

¿Qué diantres estábamos enseñándoles a los alumnos en los colegios y en algunas universidades, con ese sistema tan cándido? Sólo a ganar, a ganar sin dificultad, sin mérito. Y, excepcionalmente, a perder, por descarte matemático. Se educaban sobre la base de una mentira, de una fantasía. Pretendíamos prepararlos para la vida pero ni siquiera los preparábamos para permanecer en una universidad: en las estadísticas de deserción estudiantil o materias perdidas, dónde queda la irrisoria cifra del 5%. Incluso, algunos jovencitos llegan a las aulas universitarias tan acoplados con ese sistema que se sorprenden y se las dan de ofendidos cuando el profesor les califica mal un trabajo evidentemente mediocre o plagiado. Otros, los menos complicados, creen que con la sola asistencia es suficiente. Qué culpa tienen, los educaron en la equivocación y la molicie.

* Poeta y ensayista. Licenciada en Español y Literatura de la U. de Córdoba y catedrática de la misma Universidad.

IMPACTO ECONÓMICO DE LA CULTURA*

Por: Fernando Negrete Montes*

Las fiestas

Tradicionalmente la humanidad se ha acompañado por la celebración de fiestas bajo la modalidad de festivales, ferias o carnavales. Estas celebraciones tienen la característica de concentrar grandes cantidades de población y son de origen popular.

Se realizan en todos los países y son de naturaleza nacional, regional o local. Al mover grandes cantidades de personas, pueblos enteros, su impacto en la economía es bastante significativo. Además de representar lo típico, propio, de una comunidad, es la oportunidad para la generación de ingresos con el aumento de las ventas y la llegada de turistas que viene a disfrutar de la fiesta. Por esta vía, muchos países han incrementado el valor de sus ingresos al aplicar una política de turismo en torno a las fiestas populares.


Desde la izquierda, Enán Jiménez, Félix Manzur, Ciro Campo, Fernando Negrete y JLGG, inauguración en el XVI Festival de Literatura

A nivel internacional es famoso el carnaval de Río de Janeiro en Brasil y en Colombia, el carnaval de Barranquilla, el carnaval de blancos y negros en Pasto y el festival vallenato en Valledupar. Otros pueblos organizan sus fiestas destacándose en Córdoba el festival del porro en San Pelayo y las corralejas.


Es en las fiestas en donde se ve la mejor opción desde la cultura con la movilización de la población para impactar el desarrollo económico o la economía. En efecto, por todos los motivos que no es menester considerar aquí, la fiesta mueve a todas las capas de la población. Es entonces la oportunidad de aprovechar esa tendencia natural hacia la fiesta para dirigir la atención y los esfuerzos de la sociedad hacia su desarrollo económico.


Las otras manifestaciones culturales llevan el ingrediente del excesivo esfuerzo y esto choca de plano contra la tendencia de la mayoría de nuestra población de hacer el mínimo esfuerzo o trabajar siempre a media máquina para obtener las cosas. Como la fiesta convoca, entonces hay que desatar acciones desde lo privado y público para que la fiesta se convierta en el catalizador para que la población se vincule a la senda de un desarrollo sostenible. Se recomiendan las siguientes acciones para ello:

    • Una concertación con instancias públicas y privadas para identificar las necesidades del sector.
    • Análisis de oferta y demanda.
    • Talleres de formación en colaboración con las entidades concertadas.
    • Seguimiento del proceso en cada región.
    • Sistematización de las experiencias para reproducirlas en otros tipos de empresas culturales.


    Los músicos sinuanos Remberto Martínez y Joaquín Solano

    Realizar estudios sobre:
    1. El impacto económico del sector cultural en capitales, ciudades intermedias o municipios pequeños.
    2. El impacto económico de un evento cultural de particular importancia en el contexto de las economías locales.
    3. Inclusión de lo cultural en las cuentas nacionales, regionales y locales para valorar su contribución al desarrollo de una nación y hacer explícitas políticas culturales en los planes de desarrollo con base en la contribución de la cultura en la economía de un país.
    Recursos financieros en los presupuestos públicos acorde con la contribución del sector en la economía.
    * Fragmento pertinente de la conferencia dictada en el XVI Festival de Literatura de Córdoba. Área Cultual del Banco de la República, Montería, octubre 31 de 2008.
    * Monteriano. Economista de la U. de Antioquia. Especialista en política económica y gestión de organizaciones.

CAMPAÑA ECOLÓGICA DE EL TÚNEL


ENSAYO

SOBRE EL SILENCIO

Por JAIME VALENCIA ASUAD*

Qué es el silencio? ¿Dónde nace? ¿Cuándo muere? ¿El silencio puede realmente morir? El silencio, como muchos hombres buenos que dicen la verdad, generalmente no muere de muerte natural, es más bien asesinado; también es denigrado, rechazado, estigmatizado, ridiculizado, como lo fue nuestro gran amigo Jesús de Nazaret.

Cuadro de René Magritte

El gran filósofo griego Epicteto en su libro El arte de vivir nos enseña: “La charlatanería es una falta de respeto para con los demás y el revelarnos a los otros con ligereza, una falta de respeto contra nosotros mismos”. Y más adelante agrega: “Si es necesario, guardemos silencio la mayor parte del tiempo o hablemos poco; hablar no es bueno ni malo en sí mismo, pero es tan común que la gente hable sin cuidado, que es preciso estar en guardia..”.

Epícteto
(Fragmento Tomado de Literario dominical de El Colombiano. Medellín, abril 4 de 1999)
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* Periodista y ensayista antioqueño.

INSTRUCCIONES PARA VENDER UN LIBRO


Por LEÓN SIERRA URIBE*

  1. Vender un libro es un esoterismo negro. Porque le estamos vendiendo al otro un universo que no es (en literatura todo es ficción). Hemos de tener en cuenta, antes que nada, esa realidad paralela.
  2. Ofrecer nuestro libro el lunes en la mañana, ya que el fin de semana solemos acumular mitad de hastío y mitad de culpa. (El 99% de las parejas batallan entre el sábado y el domingo). Y todos los hombres, incluso los que no participan en el milagro trágico y cómico de la pareja, madrugamos los lunes con la intención de reinventarnos. Y el libro, aunque sea mediocre, trae guardada esa promesa.
  3. Jamás decirle a la víctima: “Te presento mi libro a ti que te gusta leer”. Hay que decirle: “Te presento mi libro que a ti te gusta escribir”.
  4. Mientras que el pobre, o la pobre, manosea el libro, debemos hablarle de la persona que más ama. Preferiblemente la que más le duele. (Que usualmente es un hijo, tenido o por tener). Total, si el otro compra el libro, jamás lo comprará para él sino para la persona que más le duele en su averiado corazón. ¿Y en este mundo quién no tiene el corazón averiado, empezando por los escritores?
  5. Ante el elogio del otro (lugar común) de decirnos: “Se ve bueno el libro”. Hemos de responder: “A nadie le ha gustado. Ni siquiera a mí”. Con eso le estamos entregando a la víctima la responsabilidad de salvar un libro insalvable. No olvidemos que todos nosotros guardamos la ilusión ingenua de los heroísmos imposibles. Manera cándida de querer ser vistos por un Dios, demasiado ocupado en levantarse de su última caída.
  6. Nada de sonrisas, nada de elogios, nada de poses fáciles de vendedor de perfumes. Postura firme, casi recia, postura un tris de temeraria. El miedo vende. Basta observar por la ventana nuestro país desbaratado de guerra.
  7. La coartada resulta ideal si está lloviendo. La lluvia es soledad, el hombre es soledad, y el libro es una soledad que distrae nuestro pánico a la soledad.
  8. Fraguar la estafa para que en algún lado se escuche la sinfonía quinta en mi menor de Chaikovski. Con un Chaikovski al aire es casi imposible decir: “No”.

* Psicólogo clínico nacido en Medellín y residenciado en Montería. Autor del libro Diálogos del paraíso (2008).

RESEÑAS DE LIBROS


CARTAGENA: NOTICIAS DEL OLVIDO: ENRIQUE CARLOS ANGULO
(Montería, Ediciones Paloma, 2008).


Para quienes desean husmear sobre una de las Cartagenas que conozco, y las felicidades que allí se viven; pese a todas sus oscuras amarguras y desdichas.


Adentro se encontrarán con un calidoscopio, batiburrillo o popurrí de textos en clave difusa. Aquí hay trozos y trazos de: textos heteróclitos, lúdicos, impúdicos, ignaros, retro-tecno naif, neo costumbristas, biches pastiches, kitsch con Adorno, un rompecabezas con varias piezas perdidas, notas paródicas y satíricas de un impreso periódico, camp no tan campante y sonante, simples recortes de noticias, divertimentos y humoradas textuales, narrativa coral, como propone Carlos Fuentes, pedazos de nivolas o de ensayo de “ensavelas” con las velas encendidas, ripios de letras de viejas canciones. O, quizá, el asunto no pasó de las vanas intenciones, y en lo escrito quedó poco o nada de lo que se ambicionaba: El Autor.

SOMBRA EN LOS ALJIBES: JOSÉ LUIS GARCÉS GONZÁLEZ

(Montería: Editorial El Túnel, 2008).

Son 111 poemas. Es un libro que no pretende convencer ni adoctrinar, el arte es participación, goce lúdico de los sentimientos.Nos ocupamos de una obra poética, laborada para perdurar, preparada para permanecer, escogida para ser la mejor. Está dividido en 7 libros. En el primero expone sus consejos de viejo poeta, y los ritos que se siguen para escribir un poema. En el segundo, provisto de hondo humanismo, da recomendaciones para vivir la vida con optimismo. En el tercer libro, enciende el fogón de la memoria, dejándose invadir por rescoldos de nostalgia. En el cuarto libro, donde encontramos el poema Sombra en los aljibes, atiza los recuerdos, que como a orillas del río, la canoa y la noche frutal, invade de color y sabor la estancia. En el quinto libro, el poeta que nunca se ha fijado en los caminos por estar mirando las estrellas, incursiona en la trascendencia de lo que permanece, en el conocimiento, en la inmortalidad. El libro sexto, es el tiempo de la muerte, la muerte plural. La guerra que planean y quieren unos, para que la padezcan otros. El libro séptimo, esta dedicado a las mujeres, el amor, el cuerpo en silencio: Diógenes Márquez.


 

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