[019] Los problemas con la tarjeta de sonido

Por: Carlos Crismatt Mouthon

La primera definición de multimedia en el computador personal estuvo limitada a la tarjeta de sonido Sound Blaster y la unidad lectora de CD-ROM, con velocidad de 2X. Estas unidades además eran de las llamadas propietarias, en que cada uno de los modelos disponibles sólo funcionaba en el conector específico para él de la tarjeta de sonido, siendo una de las tarjetas más codiciadas la MultiCD de tres conectores para los modelos existentes de Sony, Panasonic y Mitsumi. Hoy se utiliza la interface IDE para conectar la unidad de CD-ROM al mismo bus del disco duro.

La Sound Blaster introdujo el concepto de almacenar muestras de sonidos en la memoria de la propia tarjeta, lo que eliminaba el método inicial de simular el sonido mediante síntesis FM. Esto amplió las fronteras de los amigos de la música, que empezaron a mirar las posibilidades de edición y reproducción con una mayor calidad -casi profesional- que las conseguidas anteriormente. La Sound Blaster se convirtió en el paradigma de la tarjetas de sonido, lo que hizo famoso el sello de “compatible Sound Blaster” para sus competidoras.

Hoy la mayoría de las tarjetas madres –motherboards-, traen incorporado un chip de sonido –compatible Sound Blaster- que en la mayoría de los casos proporciona una reproducción aceptable para el común de los usuarios. Los melómanos –o apasionados de la música-, encontrarán que este sistema de sonido incorporado no cumple con sus criterios de apreciación musical, por lo que deben colocar una tarjeta adicional que llene sus exigencias. En este caso, si colocamos una tarjeta de sonido de última generación la tarjeta madre la reconoce, e instala automáticamente los manejadores –drivers- para su funcionamiento, gracias al sistema “Plug and Play”. Para ello, primero se debe desactivar en el setup el uso del chip de sonido.

Para que la tarjeta madre pueda reconocer y activar el chip de sonido, es necesario instalar el software específico que viene en el CD-ROM que la acompaña. Por ello, se debe tener especial cuidado en solicitar la entrega de este CD y guardarlo debidamente identificado, ya que los manejadores que trae este CD solamente sirven para ese modelo de tarjeta madre en particular. Esta advertencia es necesaria, ya que después de algún tiempo es posible que se necesite reinstalar el sistema operativo, y si no se tiene a la mano el CD-ROM con los manejadores correctos no podremos configurar el sistema de sonido.

Sucede muchas veces que después de instalados los manejadores de la tarjeta de sonido, ésta aparentemente no funciona, o tenga deshabilitadas algunas funciones, como la entrada de sonido por la línea auxiliar, o que no se pueda oír lo que se habla por el micrófono. En estos casos, debemos revisar primero el llamado mixer, que es una pequeña consola de sonido virtual que se abre cuando damos doble clic sobre el ícono del parlante amarillo que está en la barra de inicio –al lado de la hora-.

Si abrimos el menú “Opciones – Propiedades”- encontramos que allí podemos seleccionar los controles de volumen -tanto para reproducción como para grabación- de los dispositivos de sonido, tales como micrófono, reproductor de CD, entrada de línea, auxiliar, etc. Si en la ventana de “Reproducción” alguno de ellos tiene marcada la casilla de “Silencio”, este dispositivo no dará sonido. Lo mismo sucede si en la de “Grabación” no tiene marcada la de “Selección”.