Las salamanquejas en Montería están cantando. Desde hace algunos meses se escuchan por las noches unos chasquidos guturales que nadie sabía de quién eran. De seguro que no eran de gato ni de lechuza. Hasta que nos sorprendimos cuando se descubrió que los machos de salamanqueja rompieron su silencio e iniciaron una nueva forma de cortejo, con canto incluído.
Estos pequeños reptiles tienen la capacidad de adherirse a cualquier superficie y caminar sobre éllas, desafiando la ley de la gravedad. Esto lo pueden hacer gracias a que en cada uno de sus dedos tienen unas doce laminillas subdigitales adhesivas. A pesar de la creencia, no tienen pegante, sino que las laminillas funcionan como el velcro y se adhieren a las irregularidades del material sobre el que camina.
La salamanqueja tiene numerosos nombres, entre ellos el de gecko con el que es popular en las revistas científicas y en los documentales de Animal Planet.
Las salamanquejas no son nuevas en Montería. Por varias generaciones se les ha visto correr por los cielorrasos para atrapar los insectos que se posan allí, atraídos por la luz del bombillo. Pero eso sí, en perfecto y discreto silencio. Por eso es que ahora son noticia, ya que hacen parte del concierto nocturno de grillos, mosquitos, chicharras, gatos y lechuzas.
Las fotos muestran dos salamanquejas monterianas. La de arriba es un ejemplar adulto. La de la derecha es de una joven, que muestra la particularidad de algunas lagartijas, lobitos y salamanquejas de desprender voluntariamente la cola cuando son atacadas por depredadores o congéneres más grandes. El truco está en que el enemigo se confunde con el movimiento reflejo de la cola y la salamanqueja aprovecha para escabullirse. La cola se regenera al cabo de unas semanas, pero este nuevo apéndice carecerá de las manchas del resto del cuerpo. Una leyenda urbana dice que de la cola desprendida nace una nueva salamanqueja, pero es tan falsa como el de su poder venenoso cuando cae en un vaso con líquido.
La joven salamanqueja de la foto anterior, aparece ahora en la del lado izquierdo y no solamente perdió su cola sino que también fue atrapada por otra adulta, quien ante la falta de insectos la convirtió en su cena.
El nombre de salamanqueja es usado en Colombia desde la época de la conquista, tal como se transcribe más abajo en un documento de 1857. Recientemente el cantautor Fonseca grabó Lagartija Azul -cuya letra también se reproduce- en donde rescata el nombre de la salamanqueja.
En este momento ya debes haber visto unas salamanquejas corriendo a su gusto por toda la pantalla. Esto se debe a una utilidad de javascript, llamada por supuesto "gecko".
DICCIONARIO DE LA SALAMANQUEJA
Salamanqueja.
1. f. Col., Ec. y El Salv. salamanquesa.
Salamanquesa.
(Alterac. de salamandra, a la que el vulgo atribuía poderes maléficos, por infl. del nombre de la Universidad de Salamanca, que, según la creencia popular, era sede principal de actividades nigrománticas).
1. f. Saurio de la familia de los Gecónidos, de unos ocho centímetros de largo, con cuerpo ceniciento. Vive en las grietas de los edificios y debajo de las piedras, se alimenta de insectos y se la tiene equivocadamente por venenosa.
Gekko verticilatus = geco salpicado, geco asiático, gecco, gecko, gekko, gékok de Asia, lagartija salpicada, salamandra de Asia, salamanquesa asiática, tocai, tokay.
Gekko gecko = tocai, tokay.
Gekkonidae spp. = gecco, gecko, geco, gekko, gékok, lagartija, lagarto malayo, salamandra de África.
Saurio [adj. y sust.] (Zoología) Se aplica a los reptiles de cuerpo alargado, cubierto de escamas imbricadas o de tubérculos, con cuatro< extremidades cortas, mandíbulas con dientes y cola larga; como el lagarto, la salamanquesa y el camaleón. (sust. masc. plur.) (Zoología) Orden de estos reptiles.
Gecónido [adj.] (Zoología) Se dice de reptiles saurios de pequeño tamaño, con el cuerpo deprimido y cubierto de escamas córneas tuberculosas y cuatro patas con cinco dedos terminados en ventosas que les permiten trepar por paredes lisas; como la salamanquesa. Se utiliza también sustantivo masculino (sust. masc. plur.) (Zoología) Familia de estos animales. perenquén [sust. masc.] (Canarias) salamanquesa. perenquén sabandija[sust. fem.] Cualquier reptil pequeño o insecto, como la salamanquesa, el escarabajo etc. [fig. fam.] Persona despreciable. salamandria[sust. [fem.]
Salamanquesa [sust. fem.] (Colombia, Ecuador y Perú) salamanquesa. salamanquesa [sust. fem.] Saurio de la familia de los gecónidos con cuerpo comprimido y ceniciento, piel tuberculosa y unas laminillas debajo de la extremidad abultada de cada dedo. Vive en las grietas de los edificios y se alimenta de insectos. Salamandra de agua. Salamandra acuática. saltarrostro [sust. masc.] (Extremadura) Salamanquesa saurio[adj. y sust.] (Zoología) Se aplica a los reptiles de cuerpo alargado, cubierto de escamas imbricadas o de tubérculos, con cuatro extremidades cortas, mandí bulas con dientes y cola larga; como el lagarto, la salamanquesa y el camaleón. (sust. masc. plur.) (Zoología) Orden de estos reptiles.
FONSECA Y LA LAGARTIJA AZUL
' LAGARTIJA AZUL ' |
Ay mi lagartija que come araña, La salamanqueja que la acompaña, MI vieja vecina que las cuidaba, Y si por los techos no caminaban Una lagartija azul se me metio en la bañera Azul solo era su cola de ahi pa' rriba era negra Juliana siempre me ha dicho que se llaman Julianitas Ojitos de casta fina les decia la niña Alicia Recuerdo que mi vecina Armaba una algarabía Deja la salamanqueja que de pronto se nos vuelan Recuerdos que no se olvidan Colores que me fascinan Y hombe que suerte la mia poder tener esta vida Coro: Ay mi lagartija que come araña corre por la casa la salamanqueja que la acompaña trepa las pitayas mi vieja vecina que las cuidaba y yo que las buscaba y si por los techos no caminaban ay las añoraba Como les venia diciendo estaba yo hipnotizado que vengan de cola azul eso si es un invento raro Juliana siempre me dijo que mire al techo y al piso por cada lobito visto es un deseo concedido Recuerdo que mi vecina armaba una algarabía deja la salamanqueja que de pronto se nos vuela Recuerdos que no se olvidan colores que me fascinan Y hombre que suerte la mia poder tener esta vida Ay mi lagartija que come araña corre por la casa la salamanqueja que la acompaña trepa las pitayas mi vieja vecina que las cuidaba y yo que las buscaba y si por los techos no caminaban ay las añoraba Ay mi lagartija que come araña corre por la casa la salamanqueja que la acompaña trepa las pitayas mi vieja vecina que las cuidaba y yo que las buscaba y si por los techos no caminaban ay las añoraba Esa lagartija que come araña que se te trepa por la ventana se me escabulle la condenada y desde hace rato la busco yo. La niña alicia con mi vecina están buscándola en la cocina y que alguien la encuentre dice maía porque esta fiesta fiesta ya se prendió Que sigan que busquen adentro e' mi casa que sigan que busquen lo que hay es... parranda Ay mi lagartija que come araña corre por la casa la salamanqueja que la acompaña trepa las pitayas mi vieja vecina que las cuidaba y yo que las buscaba y si por los techos no caminaban ay las añoraba Ay mi lagartija que come araña corre por la casa la salamanqueja que la acompaña trepa las pitayas mi vieja vecina que las cuidaba y yo que las buscaba y si por los techos no caminaban ay las añoraba |
LA NUEVA GRANADA EN 1857
La Nueva Granada: veinte meses en los Andes, se publicó en inglés en 1857 y en 1967 Southern Illinois Press preparó una edición resumida con introducción de C. Harvey Gardiner.
El libro de Holton reviste especial interés histórico porque describe las condiciones sociales y económicas de la Nueva Granada a comienzos de la década de 1850, período que algunos historiadores -Nieto Arteta y Luis Ospina Vásquez, entre otros- han señalado como uno de los más importantes en la historia del país.
[Párrafo del libro]
"Hay muchísimos lagartos en la costa pero son más bien pequeños y no se los ha estudiado bien, porque existe la idea de que algunos son venenosos. Hasta el doctor Minor B. Halstead, de Panamá, cree que fue la mordedura de un lagarto lo que mató a un hombre que encontró con una herida envenenada. En Bogotá cuentan extrañas historias sobre una especie de lagarto que llaman salamanqueja. Dicen, por ejemplo, que todo un pelotón de soldados murió después de haber bebido el contenido de una jarra, y que luego, al examinar ésta, encontraron en el fondo una salamanqueja. Por mi parte creo que todos los lagartos son inofensivos. Son animales difíciles de
atrapar, a pesar de que la cola larguísima parece que, como el mango de un sartén, no sirviera más que para agarrarlos. Exactamente el mismo papel que quizá lleguen a desempeñar un día Panamá y Cuba frente a la República Modelo.
LA SALAMANDRA ES UN ANFIBIO DIFERENTE A LA SALAMANQUEJA
salamandra.
1. f. Anfibio urodelo de unos 20 cm de largo, la mitad aproximadamente para la cola, y piel lisa, de color negro, con manchas amarillas.