[009] Los problemas al grabar discos compactos

Por: Carlos Crismatt Mouthon

El grabar discos compactos –CD, compact disc- es de uso corriente en estos días, pero los usuarios se enfrentan a problemas desconocidos que los hacen fracasar en el intento. Para ellos, algunas notas sobre cómo abordar esta nueva experiencia, sin quemarse en el intento. Recuerden que se utiliza genéricamente el término “quemar” –del inglés burn- para definir esta actividad. Incluso, algún software para estas lides se llama Nero, en recuerdo del emperador Nerón, que “tocaba la lira mientras Roma ardía”.

El gran escollo es el llamado “desbordamiento de búfer” –buffer underrun-, que sucede cuando la unidad de almacenamiento –disco duro o CD-ROM- no es capaz de sostener el flujo de datos mientras se graba el disco compacto, especialmente cuando la unidad de grabación es muy rápida. Cuando esto sucede, simplemente se aborta el proceso y el medio de grabación –disco compacto- queda arruinado definitivamente.

Los técnicos explican que al interrumpirse la grabación, el rayo láser de escritura no puede encontrar el sitio exacto donde se paró la última vez. Para superar este problema se creó la tecnología Buffer-Under-Run Proof –abreviada como Burn Proof-, que puede realinear el láser de escritura en la posición precisa donde fue interrumpido, para que este proceso siga sin contratiempos. El proceso de grabación se detiene temporalmente cuando la grabadora detecta una ausencia de datos y continúa al recibir nueva información. La tecnología sólo está disponible en unidades de grabación nuevas, ya que no se le puede incorporar a las anteriores.

Cualquiera que sea su unidad de grabación, estos consejos le ayudarán a aliviar las pérdidas en tiempo y en medios de grabación –discos compactos-. Recuerde que estamos hablando específicamente de discos compactos grabables, conocidos como CD-R por su nombre en inglés de Compact Disc Recordable. Existen los regrabables -CD-RW, Compact Disc ReWritable-, que son harina de otro costal.

Cuando vaya a grabar, dedique el computador a esa sola actividad, con mayor razón si tiene una unidad que corre a 16x o superior. Dicen que “el que mucho abarca poco aprieta”, y la temeridad de hacer varias cosas mientras se graba un disco compacto se paga en tiempo y dinero. Además, tenga en cuenta que los discos compactos grabables vienen marcados con el rango de velocidades de grabación que soporta, de tal manera que no podemos grabar a 16x en un medio que sólo acepta hasta 8x.

Si va a copiar un disco compacto no lo haga “Al vuelo” -On the fly-, a menos que el CD de origen esté perfecto y tenga una unidad lectora de CD-ROM muy veloz. Prefiera copiar primero los datos al disco duro, para lo cual tiene varios caminos. El primero, hacerlo directamente con el Explorador de Windows; el segundo, indicándole al software de grabación que haga primero una copia en el disco duro antes de grabar; y el tercero, haciendo una copia ISO, que es un archivo grande con una imagen exacta del CD de origen.

Finalmente, desfragmente el disco duro de vez en cuando; nunca instale la unidad grabadora como esclava del disco duro principal; para grabar audio copie primero las pistas al disco duro y no grabe a más de 4x; y si tiene tiempo, utilice la opción de probar y grabar.

Los norteamericanos pronuncian el CD como “cidí”, y los españoles como “cedé”. ¿Tiene, cedé de Jazz?.