La creación del departamento de Córdoba es una parte importante de la historia de Colombia, que afortunadamente fue recogida por las personas que fueron sus principales actores. Una de ellas fue Severo J. García Porta, quien fue designado como secretario, primero de la Junta Central Pro-Departamento y finalmente de la Junta Organizadora y Coordinadora del Departamento de Córdoba, y quien escribió el libro “Geografía del Departamento de Córdoba”, publicado por la Editorial Bedout de Medellín en 1971. La otra personalidad fue el educador Jaime Exbrayat Boncompain quien produjo el libro “Historia de Monteria”, cuya segunda edición fue hecha por la Alcaldía de Montería en 1994. Los dos capítulos sobre la creación deCórdoba son reproducidos a continuación. Hay una coincidencia entre los dos escritores, don Severo nació en Magangué [Bolívar ] y el profesor Exbrayat en Pertuis [Francia], pero vivieron la mayor parte de su vida en este departamento y son considerados hijos adoptivos. Los interesados en la historia amplia deben consultar la obra del doctor Remberto Burgos Puche “Creación y Organización del Departamento de Córdoba”, cuya segunda edición fue editada por el Fondo Mixto de Cultura de Córdoba en 1997. |
Momento histórico en que el Presidente de la República, doctor Roberto Urdaneta Arbeláez, firmó el 18 de diciembre de 1951 la Ley Novena que había sido aprobada por el Congreso de la República el 17 de diciembre del mismo año.
Por Severo J. García Porta
El Congreso de la República aprobó la Ley Novena de 1951 el 17 de diciembre, y en la tarde del 18 el Excelentísimo Presidente Dr. Roberto Urdaneta Arbelaéz la sancionó, entre el clamor de agradecimiento de un tercio de millón de colombianos, y la simpatía general del país.
Esa fue la culminación de un proceso que data de los mismos días de la conquista, cuando a los requerimientos de vasallaje hechos por el Bachiller Martín Fernández de Enciso respondieron sosegadamente, pero con decisión, los moradores zenúes, y libraron la primera batalla por la libertad.
El general Rafael Uribe Uribe, guerrero y visionario, propuso al finalizar la Guerra de los Mil Días, la división del departamento de Bolívar en dos, apoyado en la falta de administración del sector sureño.
El general Pedro Nel Ospina, quien a lomo de mula había pasado innumerables veces por el Camino Padrero y cruzado la serranía de San Jerónimo, conocía y elogiaba estas tierras feraces del Sinú.
En 1910, el general Prisciliano Cabrales propuso que la provincia de Lorica se dividiera para crear la de Alto Sinú, con capital Montería.
En 1916, los diputados de Sabanas y del Sinú propusieron pedir al Congreso la creación del Departamento del Sur de Bolívar. En la Cámara de Representantes se propuso entonces dividir la república en Provincias en vez de Departamentos, y se habló de que Bolívar quedaría convertido en cuatro provincias: Cartagena, Mompós, Sabanas y Sinú. No prosperó esa reforma.
En 1935 el Dr. Alberto Enrique Torres, gobernador de Bolívar, reconocía como “necesidad inaplazable” la desmembración del departamento en dos nuevas secciones.
En 1939, el Concejo Municipal de Montería convocó a una Convención de Concejos Municipales del Sinú para el 20 de julio de 1939, a Ciénaga de Oro, San Pelayo, Lorica, San Antero y Momil. Fueron proclamados dignatarios los señores Sergio Zarante Rhenals, Antonio Franco González, Benjamín Herrera Santos y Eugenio Sánchez C. La convención no llegó a resultado concreto alguno.
En 1947 fue elegido Senador suplente el doctor Remberto Burgos Puche, quien comenzó interesándose por los problemas de “Bolívar”.
En 1948 (mayo), el presidente de la Seccional de Fenalco, Severo J. García publicó un folleto auspiciado por la entidad, que se tituló: “¿Puede el Sinú ser Departamento?”, con artículo de Samuel JaramilloB., informe del señor Secretario de Gobierno de Bolívar en 1947, doctor Eugenio Giraldo, sobre el problema de límites con Antioquia, informe en que se reclama la jurisdicción de Bolívar hasta el Alto de Carrizal “bastante hacia el Sur”; también se incluyó nota historial del Sr. Uriel Parias sobre dicho pleito de límites.
En ese año de 1948, y con la decisiva cooperación de los representantes liberales Antonio Navarro Flórez, Miguel F. de la Espriella y Enrique Carlos Flórez, el doctor Remberto Burgos Puche presentó el Proyecto de Ley “Por el cual se crea el departamento del Sinú o Entrerríos”.
Debían formar el departamento los municipios de Montería, Cereté, San Pelayo, San Carlos, Ciénaga de Oro, Chimá, Momil, Lorica, San Antero, San Bernardo, San Andrés de Sotavento, Chinú, Sahagún, Caimito, San Benito Abad, San Marcos y Ayapel.
En el proyecto, el senador Burgos insertó varios apartes del folleto de Fenalco. El escritor Alberto Galindo comentó el mismo folleto pidiendo el “redescubrimiento del Sinú”.
En el Senado fue adoptado el proyecto con informe del senador Clemente Salazar Movilla, de septiembre 16, 1948. En la Cámara de Representantes fue adoptado con informe del representante Julio Sorzano Ordóñez.
En el curso de los debates expusieron conceptos favorables destacados políticos como Fernando Urdaneta Laverde, Gilberto Moreno, Eleuterio Serna, Francisco de Paula Pérez, Darío Samper, Roberto García Peña, Jorge Soto del Corral, Darío Echandía, Jesús María Arias, Alberto Zuleta Angel, Néstor Pineda P.
En la gráfica, tomada en 1951, figuran de pie: Alfonso Cabrales Pineda, Rosendo Garcés Cabrales, Luis Carlos Berrocal Lobo, Eugenio Giraldo Revueltas y Eusebio Cabrales Pineda. Sentados: Manuel Antonio Buelvas Cabrales, Abel Guzmán, Abraham Pupo Villa, Miguel Escobar Méndez, Alcides Bru y Remberto Burgos Puche.
Entretanto, la Junta Pro-Departamento de Córdoba creada en el salón de conferencias de Fenalco, trabajaba sin desmayos por crear la conciencia ciudadana, allegar fondos, contrarrestar la acción violenta de la autoridades de Bolívar, librar polémicas de prensa en las columnas ofrecidas galantemente por el Dr. Domingo López Escauriaza, en el semanario “La Semana”, y despertaba tal interés en todo el país, que los mejores diarios analizaban las tesis nuestras. La Junta pidió instalarse en Bogotá a los señores Manuel Antonio Belvas, Eugenio Giraldo, Abel Guzmán Botero y Miguel Escobar Méndez, quienes abandonando sus bufetes y haciendas, se mantenían siempre vigilantes y en contacto con todos los políticos. Para entonces, ya el proyecto hablaba definitivamente del “Departamento de Córdoba”, pues habíamos adoptado el nombre del joven héroe de Ayacucho, para el más joven de los departamentos de Colombia.
El 2 de diciembre de 1948 fue aprobado en segundo debate el proyecto en la Cámara de Representantes.
Actuaron en Montería como miembros de la Junta Pro-Departamento de Córdoba numerosos ciudadanos que se turnaban en el desempeño de comisiones. Se deben recordar los nombres de Julio Nieto, Rafael Yances Pinedo, Jerónimo Padrón, Marco Pineda González, Amando Sotomayor leal, Donaldo Cabrales A., Edmundo López Gómez, Luis Carlos Berrocal, Severo J. García.
El pueblo de Montería, en masa, contribuyó con donaciones variadas para sostener toda la campaña. Varias firmas antioqueñas también ayudaron económicamente.
De izquierda a derecha: Benjamín Burgos Puche, Miguel Escobar Méndez (detrás), Roberto Urdaneta Arbeláez (Presidente de la República), Remberto Burgos Puche, Eugenio Giraldo, Libardo López Gómez, Eusebio Cabrales Pineda, Augusto H. Méndez y Abel Guzmán Botero. [Foto de Aura Lucía Sánchez de Méndez]
Tras un intervalo impuesto por hechos políticos, se renovó el personal del Congreso, y en 1951 Córdoba tuvo en el Senado a Benjamín Burgos P. y en la Cámara a los abogados Miguel Escobar Méndez y Eusebio Cabrales. Las sesiones comenzaron en noviembre. El día 4 de diciembre quedó aprobada la Ley por la cual de creaba el Departamento de Córdoba.
Por gestiones de los parlamentarios cartageneros, y en entrevistas celebradas por el Presidente de la República con los gestores cordobeses de la Ley, se convino en la presentación de objeciones parciales por parte del Gobierno. Estudiadas por el Congreso quedó definitivamente aprobada la ley el día 17 de diciembre.
Eran Presidente del Senado el Dr. Gilberto Alzate Avendaño, y de la Cámara el Dr. Carlos Augusto Noriega.
La Ley comenzaría a entrar en vigor seis meses después de su sanción, esto es, el 18 de junio de 1952.
Era necesario preparar, organizar el nuevo Departamento. Pero el Presidente Urdaneta Arbelaéz, por la resistencia que oponían los miembros de su Gabinete ministerial doctores José Gabriel de la Vega y Alfredo Araujo, solamente el 10 de junio dictó el Decreto No. 1392 reglamentario de la Ley. El 16 de junio, en vez de nombrar Gobernador, designó una Junta Organizadora y Coordinadora, cuyos miembros fueron: Remberto Burgos P., Manuel Antonio Buelvas, Luis Alfonso Lyons, Alfonso Cabrales Pineda, Libardo López Gómez, Abel Guzmán Botero.
El 18 de junio vino el Presidente de la República y declaró formalmente constituido el Departamento. El 19, la Junta, a invitación del Dr. Urdaneta, eligió presidente de la misma, siendo escogido el doctor Remberto Burgos Puche.
Secretario fue nombrado Severo J. García.
El 23 de junio, la Presidencia dictó un decreto para ampliar las atribuciones del Presidente de la Junta, quien de hecho quedó investido de la representación de primer Gobernador del Departamento de Córdoba.
La Junta trabajó con todo empeño, con la invaluable asesoría técnica del Profesor Leopoldo Lascarro y la asistencia del doctor Eugenio Giraldo, de gran experiencia administrativa y abogado de nota.
El novel departamento pagó el día 30 de junio a todo su personal, mediante préstamo del Banco del Comercio, y anticipo que hizo Bavaria sobre impuestos de consumo.
El 18 de agosto de 1952, fue nombrado Gobernador Manuel Antonio Buelvas C., quien tomó solemne posesión del cargo el día 23 de agosto.
Por Jaime Exbrayat Boncompain
En tiempos de la administración del general Rafael Reyes hízose patente por vez primera, el anhelo de muchos sinuanos de ver constituido en Departamento el hermoso Valle, pero el acariciado proyecto no llegó a cristalizar por entonces.
A mediados de 1939 fue lanzada nuevamente la idea separatista por elementos políticamente heterogéneos que ocupaban posiciones de mando en las directivas municipales, por lo que el movimiento fue tomando proporciones mayores extendiéndose rápidamente a los demás municipios donde encontró fervorosamente adeptos.
El 28 de junio de 1939, haciéndose intérprete de semejantes aspiraciones, el Concejo Municipal de Montería, por resolución unánimemente aprobada citó a todos los demás concejos sinuanos a una Convención de Municipalidades con el fin de acordar las bases para la intensificación de la campaña separatista.
Dicha Convención reunióse en Montería el 20 de julio de ese mismo año con delegaciones edilicias de todos los municipios sinuanos. Sesionaron los convencionistas bajo la Presidencia del Sr. Zarante Rhenals de Lorica en el Teatro Roxy de esta ciudad y allí fueron objeto de una gran manifestación de simpatía por parte de los elementos partidarios del nuevo Departamento.
La Convención adoptó diversas resoluciones que fueron trasmitidas inmediatamente a los poderes centrales, disolviéndose ese mismo día en medio del entusiasmo general. No faltaron, sin embargo, voces discordantes y comenzaron a manifestarse ciertas oposiciones sistemáticas que hicieron fracasar en aquel entonces el iniciado movimiento.
Con el objeto de acopiar fondos para el sostenimiento de la campaña pro-departamento, organizáronse diversos actos bastante concurridos entre los cuales recordamos: una becerrada que tuvo lugar en el Circo Teatro y durante la cual lucieron sus habilidades tauromáquicas algunos aficionados de la localidad encabezados por el joven Melanio Murillo.
Por esos mismos días una segunda convención reunióse en Lorica y con tal motivo hízose sentir en dicha ciudad, más que en Montería, una marcada inconformidad que debía acentuarse hasta el punto de contrarrestar la labor de los dirigentes del movimiento.
A pesar de eso fueron nombradas varias comisiones que visitaron, en gira de propaganda, los municipios de Sahagún, Chinú, San Marcos y Ayapel, pertenecientes a la región de Sabanas los dos primeros, y al San Jorge los dos últimos, pero cuya adhesión se necesitaba para completar el número de habitantes exigidos para la erección de un nuevo departamento.
Finalmente, encomiado por los unos y combatido por los otros, el proyecto juzgado prematuro fue abandonado por sus mismos progenitores cayendo momentáneamente en el olvido, pero no sin haber dejado exhaustas las arcas de la Tesorería Municipal.
Nueve años después la totalidad de las corporaciones edilicias de los municipios sinuanos a las cuales se unieron las del San Jorge, encabezaron nuevamente un firme movimiento cuya finalidad era la de segregar esas dos importantes regiones de Bolívar para formar con ellas el nuevo Departamento de Córdoba con capital Montería.
Esta nueva campaña mejor organizada y dirigida que las anteriores, estuvo a punto de culminar exitosamente ya que la honorable Cámara de Representantes aprobó en 1948 un proyecto de ley que sólo esperaba la refrendación senatorial y la firma del Presidente de la República para tener fuerza de Ley.
Sucesos conocidos aplazaron otra vez la cristalización de un anhelo colectivo de la gran mayoría de estos pueblos, hasta que el Senado homogéneo, en su memorable sesión nocturna del 5 de diciembre de 1951, por mayoría de votos, validó el mismo proyecto aprobado tres años antes por la Cámara de Representantes. (5)
(5) A finales de 1948, el senador Remberto Burgos Puche, oriundo de Ciénaga de Oro, presentó al Congreso Nacional el proyecto para crear el Departamento de Córdoba. El nombre fue escogido del apellido del general José María Córdova, un joven militardestacado en la guerra de emancipación contra España.
Acerca del nombre para el Departamento, el mismo ponente escribió en su libro Creación y Organización de Córdoba lo siguiente:" Creíamos que debía llamarse (Departamento) del Sinú, en homenaje a los Cenúes, antiguas tribus del San Jorge (que llamaban Panzenú) y del Sinú (que denominaban Finzenú). En subsidio de este nombre nos inclinábamos por el de "Entremos", porque la mayor parte de su territorio estaría entre esos ríos (Sinú y San Jorge). El representante (Miguel) De la Espriella sugirió que era preferible uno de esos proceres de nuestra independencia. Se mencionó a Córdoba. .. Quedó convenido que la nueva sección se llamaría Departamento de Córdoba" (p.73)
(Martínez, Simanca Albio, Córdoba, escudos, banderas. . . Fincor, Montería 1986, p.7).
El Excelentísimo señor Presidente de la República doctor Roberto Urdaneta Arbeláez objetó parcialmente el proyecto o más bien pidió que fuera modificado, y así modificado de acuerdo con los deseos presidenciales, volvió a recibir los trámites constitucionales.
El viernes 14 de diciembre pasó nuevamente a la Comisión Primera de la Cámara, que le impartió su aprobación. Lo propio hizo la Comisión pertinente del Senado al día siguiente y el lunes 17 de diciembre, la Cámara Alta en sesión plenaria lo aprobó por unanimidad.
El 18 de diciembre de 1951, el señor Presidente estampó su firma al pie de la Ley 9 de 1951, histórico documento que le dio vida propia a la nueva entidad político-administrativa denominada Departamento de Córdoba.
A la izquierda el Presidente Encargado, Roberto Urdaneta Arbeláez, y a la derecha el Arzobispo de Cartagena, Ignacio López Umaña, el 18 de junio de 1952, en los momentos en que oficialmente nacía a la vida jurídica el Departamento de Córdoba. Los acompaña el alcalde de Montería, Donaldo Cabrales. Las fotos son tomadas de la revista Biografía de Córdoba publicada en 1952.
El nuevo departamento tiene una superficie superior a los 25.000 kilómetros cuadrados y una población que se acerca a los cuatrocientos mil habitantes.(6)
(6) Superficie del Departamento de Córdoba: 25.058 km2.
(Martínez, Simanca Albio, Córdoba, escudos, banderas. . . Fincor, Montería 1986, p.7).
Los municipios que lo integran son los de Montería, Tierra Alta, Cereté, San Pelayo, San Carlos, Lorica, Sahagún, Chinú, Chima, Purísima, San Bernardo del Viento, Ciénaga de Oro, San Antero, Ayapel, Planeta Rica y Montelíbano. El 10 de junio salió el Decreto Número 1.392 de 1952, por el cual se reglamentaba la Ley Novena de 1951 que había creado el Departamento.
Seis días después apareció el Decreto No. 1.403 de 1952 por el cual se nombraban los miembros de la Junta Organizadora y Coordinadora de Córdoba, que quedó integrada por los siguientes caballeros: Principales: doctores Remberto Burgos Puche, Manuel Antonio Buelvas Cabrales, Luis A. Lyons, Alfonso Cabrales Pineda., Libardo López Gómez y Abel Guzmán Botero. Suplentes: Horacio Guzmán M., William Salleg S., Francisco de la Ossa, Rafael Chejne, Francisco Pineda A. y Francisco Jattin.
Esa junta funcionó bajo la presidencia del doctor Remberto Burgos Puche., y comenzó a poner en marcha la maquinaria administrativa de la nueva entidad departamental hasta el nombramiento del primer gobernador en propiedad, que lo fue el doctor Manuel Antonio Buelvas Cabrales., quien se posesionó el sábado 23 de agosto de 1952.
De izq. a der.: Dos representantes de la autoridad militar, Manuel Antonio Buelvas Cabrales -primer Gobernador-, su esposa Lucía Cabrales, Marina Méndez de Méndez, Diva Solano de Cabrales, José María Méndez Cabrales -primer alcalde de Montería como Capital-, y Alfonso Cabrales Pineda.
El gobernador Buelvas actuó hasta el ocho de octubre de 1953, fecha en que fue reemplazado por el hacendado don Miguel García Sánchez, nombrado por el Presidente de facto Rojas Pinilla y durante cuya administración se construyó el Palacio Departamental, así como el tramo de carretera entre San Carlos y Cereté, amén de otras obras de progreso.
La estrepitosa caída del régimen dictatorial del general Rojas trajo como secuela la renuncia irrevocable del gobernador Miguel García Sánchez y el nombramiento de un nuevo mandatario seccional, en la persona del doctor Eusebio Cabrales Pineda, que trató de enderezar algunos de los entuertos de la administración anterior. Le sucedió el doctor Eugenio Giraldo R., que afianzó la nueva política de unión en todo el Departamento; a Giraldo lo sustituyó el doctor José Jiménez Altamiranda, que estableció un gobierno paritario de acuerdo con las normas preestablecidas en el plebiscito votado y aprobado por el pueblo colombiano.
Durante la administración de Miguel García Sánchez, los municipios de San Marcos y Caimito fueron incorporados a Córdoba por decreto de Rojas Pinilla.
Además de varias plazas y plazoletas tiene Montería el hermoso Parque de Bolívar situado frente a la Catedral y adornado con la estatua de Libertador; los Parques Laureano Gómez y Miguel R. Méndez a ambos lados de la misma Catedral.
Para 1956 esta era la panorámica del Parque Simón Bolívar.
Se observan al fondo los edificios de la Gobernación y la Alcaldía.
La Catedral, el Palacio episcopal, la casa cural, dos iglesias y el seminario en construcción pregonan la religiosidad y la generosidad de los monterianos y adornan la ciudad. Posee también Montería algunos edificios de carácter público y privado que la embellecen. Tales son los tres palacios: nacional, departamental y municipal, el colegio de la Sagrada Familia, el Mercado Público y numerosas residencias que lucirían en los barrios elegantes de cualquiera de nuestras grandes urbes.
En las afueras de la ciudad son notables el Hospital de San Jerónimo, dotado de elementos modernos y con una capacidad para doscientas camas; el Colegio Nacional de segunda enseñanza José María Córdoba; el Club Montería y el Club Campestre; la Plaza de Ferias y el Estadio contiguo; el conjunto de edificaciones donde funcionan los cuarteles de Sierra Chiquita y la Granja Agropecuaria.
Existen en la ciudad varias salas de cine y cinco imprentas donde se editan los periódicos y publicaciones locales; algunas sociedades culturales y deportivas así como una bien organizada biblioteca pública adaptada para sala de conferencias.
Para la educación de los niños y de la juventud de toda la región sinuana, cuenta Montería además con sendas normales para maestros y maestras, un Colegio Nacional de enseñanza secundaria, el colegio de la Sagrada Familia para señoritas y tres colegios de enseñanza secundaria para varones, que son: el Instituto del Sinú, fundado en 1.924, el Liceo Bolivariano, que inició labores en 1947 y el Liceo Montería que, comenzó a trabajar en 1952.