[012] Los problemas al instalar Windows XP
Por: Carlos Crismatt Mouthon
La gran expectativa por la llegada de Windows XP nos lleva a querer tener este nuevo sistema operativo, sin conocer antes sus fortalezas y debilidades. Windows XP viene en dos presentaciones, la “Home Edition” –para el hogar-, y la “Professional” –para la oficina-, que adiciona funciones para las redes empresariales.
Una primera recomendación es que Windows XP debe ser adquirido por quienes compren equipos y software nuevos. Su enorme debilidad -para el común de los usuarios- es la falta de drivers para la mayoría de los dispositivos actualmente en el mercado. Los drivers son pequeñas utilidades que permiten que el sistema operativo interactúe con los periféricos instalados, para su correcto funcionamiento.
Los fabricantes se han puesto en la tarea de actualizar los drivers de sus productos, y algunos los tienen disponibles en sus sitios a través de Internet, pero la verdad es que casi no tienen versiones para Windows XP. De todas formas, esa es una tarea muy ardua para quienes no tienen experiencia en estas lides. Para ilustrar la situación, digamos que si queremos actualizar a Windows XP en nuestro actual equipo, corremos el riesgo que el escáner, la tarjeta de sonido, el módem, la cámara webcam, la impresora y la unidad quemadora de discos compactos –entre otros- puedan quedar sin ser reconocidos en la instalación.
Además de indagar en Internet en el sitio de los fabricantes, también se puede consultar en los foros de la red, en donde otras personas -igualmente angustiadas- solicitan urgente ayuda a los participantes. Otro camino es utilizar los drivers para Windows 2000, que pueden funcionar en Windows XP, pero precisamente, la gran falencia de Windows 2000 en las tareas del hogar o de la pequeña oficina es la escasa cantidad de drivers compatibles para los dispositivos en el mercado.
En cuanto a la instalación de Windows XP, se puede hacer un inventario anticipado del hardware y software que es compatible -mediante una utilidad que trae el CD-ROM-, para de esta manera evaluar si hacemos ó no la instalación. Existe la posibilidad de actualizar desde una versión anterior de Windows 95, 98 o Milleniun –que nos respeta la configuración que se tenga-, pero en la práctica debemos desinstalar y volver a instalar parte de las aplicaciones, ya que debe modificarse su registro en Windows XP. Por si algo falla, se recomienda utilizar la opción de guardar la instalación anterior, para tener la posibilidad de regresar al estado inicial.
Por el otro lado, la gran fortaleza de Windows XP es que viene con un gran cargamento de drivers para los dispositivos de última generación, que sin duda le saca el mayor provecho a nuestro computador de última generación, y –asimismo-, es mucho más rápido y seguro en su funcionamiento, ya que ha heredado la estabilidad de Windows 2000, de tal manera que si un programa se congela ya no se cuelga todo el sistema como antes, sino que -en segundo plano- Windows XP gestiona el cierre de ese programa sin comprometer el resto de las tareas.
Para el cierre, unos datos. La instalación de Windows XP demora más de una hora, casi el doble del tiempo de Windows 95, 98 y Milleniun. Gracias a su control para que los programas no sobrescriban los archivos de sistema, ya no será tan frecuente su reinstalación. El nuevo nombre viene de “eXPeriencia”.
Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de Montería [Córdoba] de los días sábados. |