[018] Los problemas con los virus
Por: Carlos Crismatt Mouthon
Los virus informáticos sólo tienen una similitud metáforica con los biológicos, pero sus efectos pueden ser igualmente moderados ó catastróficos. Con el creciente uso de Internet, las posibilidades de infectar el computador crecen cada día, revaluando los conceptos de hace pocos años que los virus únicamente se transmitían a través de archivos ejecutables.
Primero que los de Internet, aparecieron los virus que atacaban los archivos de formato Word, los cuales son macros que arruinan las plantillas y causan inconvenientes. Por fortuna, una rápida intervención con los antivirus permite desinfectar los documentos y evitar la pérdida de valiosa información. Este fue el primer campanazo sobre las nuevas formas de ataque de los creadores de virus de computador. Después, aparecieron los virus que viajan adjuntos a los archivos del correo electrónico, y que bajo formas inocentes -utilizando a escondidas las cuentas de otras personas-, son reenviados archivos que aparentemente son de formato Word (doc) o Excel (xls), pero que realmente terminan en com, exe, bat o pif -como por ejemplo “cuentas.doc.pif”-, y que al abrirlos desencadenan la acción del virus.
Ahora, con la utilización de las “cookies” y el código Java la visita a ciertos sitios en Internet es potencialmente peligrosa. La manía de moda es cambiar el registro de Windows para que al iniciarse el navegador –Internet Explorer ó Netscape-, siempre se abra de primero la página de dicho lugar, así como también lanzar múltiples ventanas con anuncios publicitarios, lo que -además de molesto- puede desestabilizar el funcionamiento del sistema operativo. Estas actividades pueden ser aprovechadas por los piratas informáticos -“hackers”- para introducir códigos que actúan como virus en el equipo del desprevenido visitante.
Antes, la recomendaciones se fundamentaban en evitar la introducción de virus al computador de forma mecánica, prohibiendo el uso de disquetes o CD-ROMs de otras personas, entre otras cosas porque los antivirus no caminaban al mismo ritmo con que los nuevos virus eran creados. Hoy, no podemos formular que se cancele el uso de Internet ni que se dejen de visitar sitios, pero sí que tengamos una mínimas precauciones, como utilizar antivirus que se actualicen periódicamente –por lo menos mensual-, y que se tenga activada la revisión de los correos entrantes y salientes, así como la autodetección de virus al iniciar el computador. Igualmente no abrir archivos anexos a correos electrónicos que no hayamos solicitado, o de personas o entidades que nos sean desconocidas.
Unos datos finales. Cuando se descubre en un computador que los archivos de Word están contaminados con virus de macros, además de desinfectarlos con el antivirus, es igualmente recomendable instalar nuevamente el Office. En documentos largos de Word, se comienza a ver un ligero y molesto parpadeo en la pantalla, que generalmente se adjudica a los virus o al monitor. Esto es debido –principalmente- a que se tiene activado por defecto el corrector automático de ortografía, el cual revisa en forma permanente todas las líneas del documento, creando un efecto parecido al de la “ola” que se hace en los estadios de fútbol. Este corrector es el que nos pone el subrayado rojo en las palabras con errores. Se modifica en “Herramientas – Opciones – Ortografía y gramática”.
Los virus nacieron de los “juegos de guerra” de la guerra fría.
| Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de Montería [Córdoba] de los días sábados. |