[115] Internet: Cómo navegar mejor [7]
Por: Carlos Crismatt Mouthon
Muchas veces los amigos nos ponen en aprietos al enviarnos correos electrónicos con archivos adjuntos demasiado grandes. Si se trata de cuentas gratuitas –como Hotmail- esos mensajes son rechazados, por que superan la capacidad de almacenamiento adjudicada. Pero cuando llegan a la cuenta que se tiene con el proveedor de acceso a Internet, el escaso ancho de banda eterniza la bajada del archivo.
Aquí nos encontramos con un círculo vicioso. Mientras no se descargue ese archivo, el programa de correo –como el Outlook Express- no permitirá ejecutar otra acción hasta que se cumpla esa misión. Si abortamos la bajada, en la siguiente oportunidad se volverán a bajar los primeros archivos recibidos en la sesión anterior y nuevamente insistirá en bajar el mastodonte que nos regalaron.
Mientras nos ofuscamos y cambiamos al amigo de categoría –quién sabe a cuál- nos topamos con que no hay manera expedita de resolver el problema. Sin embargo, existen tres caminos para resolver el conflicto, dos a corto y uno a largo plazo.
Si estamos en horario laboral, la primera opción es llamar a la sección técnica del proveedor de la conexión a Internet, contarles del problema y autorizarlos para que borren el archivo de nuestro buzón. Esto es válido sin contamos con un servicio técnico amable, capaz y colaborador. Por que en la realidad -la mayoría de las veces- en vez de una respuesta se consigue un regaño.
Una segunda opción es utilizar programas que nos permiten mirar dentro de nuestro buzón de correo, sin tener que descargar previamente los mensajes a nuestro disco duro. Para ello se recomienda el Email Remover –se baja de http://www. email-remover.com- una utilidad gratuita –freeware- a la que sólo hay que informarle la dirección del correo POP. En el Outlook Express ésta se obtiene de “Herramientas / Cuentas”, se selecciona la cuenta y se pulsa el botón de “Propiedades”, y finalmente se marca la carpeta “Servidores” y se copia de “Correo entrante [POP3]”.
Para los pioneros de Internet, es de grata recordación el programa Telnet, que aún viene con todas las versiones de Windows 9x/Me/Xp. En “Inicio / Ejecutar” se escribe Telnet, se pulsa “Aceptar” y aparece una ventana de D.O.S. lista para navegar por el “Internet en blanco y negro”. Se requiere de una guía -con los comandos que deben escribirse- para tener acceso a los servicios del servidor remoto.
En los primeros días de Internet la cantidad de megabytes para almacenamiento de archivos de correo era muy generosa, y los usuarios preferían leer sus mensajes con Telnet y dejarlos en el servidor, para no bajarlos a sus discos duros, que entonces eran muy pequeños. Hoy, la mayoría de servidores no permiten el acceso a través de Telnet por temor a los ataques.
La última opción –a largo plazo- es hacer pedagogía entre nuestros allegados para que entiendan el problema de enviar esos mega-archivos. Si son imágenes, éstas se pueden reducir en dimensiones o convertir al formato comprimido JPG. Para ello se pueden buscar programas gráficos gratuitos en “http://www.tusafe.com/nonags/gredit.html”. Para archivos de datos o MP3, se pueden dividir en trozos pequeños que se envían en diferentes mensajes. Se recomienda la utilidad File Shredder -se puede bajar de “http://jove.prohosting.com/~oenokaz/kazusoft/shredder.zip”- que crea un archivo BAT para reconstruir fácilmente el original.
Final: “Hogar.com, Dulce Hogar.com”
Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de Montería [Córdoba] de los días sábados. |