[196] Trucos clásicos para Windows XP [16]
Por: Carlos Crismatt Mouthon
El truco de hoy tiene que ver con la manera de ocultar archivos dentro de otro archivo, de tal manera que puedan circular sin que nadie se percate, por ejemplo, que en el interior de una inocente fotografía va escondido un documento importante. Una manera de hacerlo es mediante la utilización de algunos programas que hacen esta labor, como es el caso de Camouflage, una pequeña utilidad freeware que se consigue en Internet.
Las razones para hacer esto son muy variadas. Una puede ser que los archivos encriptados o con claves son visibles y dicen, sin palabras, que son documentos con datos confidenciales, lo que causa inevitablemente curiosidad. Y el problema es que el interés que despierta puede llevar a encontrar programas que violen la protección, para conocer qué se guarda con tanto celo.
Otra tiene que ver con la prohibición de algunos sitios de Internet, por motivos de seguridad, de guardar archivos ejecutables, generalmente con extensión “exe”, ya que pueden ser portadores de virus. Esta restricción la tienen los sitios que dan hospedaje gratuito para crear páginas Web, y que además prohiben los archivos “MP3”, para evitar la piratería de la música a través de sus servidores.
Y en el caso de los nuevos servicios de correos que regalan espacios de hasta 1 giga, como Gmail, lo hacen para que sirva solamente como almacén de correos y no de software. Para ello aplican un escaneo a los archivos que se reciben, de tal manera que son capaces de detectar incluso archivos “exe” que estén comprimidos dentro de uno “zip”.
Para mimetizar un archivo dentro de otro, de manera fácil y sin que despierte sospechas, hay una manera artesanal de hacerlo recurriendo al viejo comando “copy”, que apareció con el D.O.S. y que aún sigue tan campante en Windows XP. Lo primero que hay que hacer es conseguir un archivo gráfico, preferiblemente de formato “jpg” para que su tamaño sea reducido. Para el ejemplo de este caso, se llamará “foto.jpg”. Y segundo, tener instalado un programa de comprensión que maneje el formato “zip”, que puede ser WinZip o alguno similar.
Para comenzar la tarea, los archivos que se quieran camuflar se comprimen, por ejemplo, en un archivo que se llame “datos.zip”. Luego colocamos los dos archivos, “foto.jpg” y “datos.zip”, en una misma carpeta. Se abre una ventana de comandos pulsando en “Inicio – Ejecutar”, se escribe “cmd” –sin las comillas- y se presiona en “Aceptar”. Y una vez abierta la ventana, se navega hasta la carpeta que contiene los archivos.
Finalmente, en el “prompt” se escribe “copy /b foto.jpg+datos.zip foto2.jpg” –sin las comillas- y se da “Enter”. La opción “/b” le indica al comando “copy” que se trata de archivos binarios. La cadena “foto.jpg+datos.zip” le ordena que combine los dos archivos en uno solo. Y “foto2.jpg” es el nombre que se le pondrá al nuevo archivo.
De esta manera se obtiene un archivo que se comporta de una manera bien curiosa. Si se abre con un programa gráfico, como Paint,. se despliega la imagen “foto.jpg” en todo su colorido. Pero si se hace con WinZip, aparece el contenido del archivo “datos.zip”.
Así como es difícil creer que esto pueda funcionar, también es muy poco probable que alguien abra una fotografía con WinZip. Pero por si las moscas, hay que ponerle clave al archivo “datos.zip”.
Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de Montería [Córdoba] de los días sábados. |