[238] Los Primeros Pasos [10]
Por: Carlos Crismatt Mouthon
El escritorio de Windows XP puede ser personalizado hasta en los más pequeños detalles. Por ejemplo, cuando se inicia por primera vez el sistema operativo después de haber sido instalado, en el fondo del escritorio se coloca por defecto la imagen de una colina verde. Pero si se quita esta imagen, aparece un color azul uniforme de fondo.
Si hacemos un clic derecho sobre cualquier parte del escritorio, en el menú emergente se marca "Propiedades" y aparecen cinco pestañas marcadas como "Temas", "Escritorio", "Protector de Pantalla", "Apariencia" y "Configuración". Al pulsar sobre "Escritorio", vemos que allí aparece una miniatura de la imagen del escritorio -conocida también como "fondo de pantalla"-, y en la parte de abajo una lista con los "Fondos" disponibles, incluyendo la opción "Ninguno".
Al hacer clic sobre cada nombre de la lista, se previsualiza la figura correspondiente. Para colocar una de éllas como fondo de la pantalla, se selecciona su nombre y se hace clic en el botón "Aceptar". Además, si la imagen es más pequeña que la resolución actual de la pantalla, existe la disponibilidad de presionar en la persiana marcada como "Posición" para escoger entre tres alternativas.
Con "Centrada", la imagen se coloca en el centro del escritorio, y a su alrededor se ve el color plano de fondo de este último. Con la opción "Mosaico", la imagen se multiplica tantas veces como sea necesario para ocupar todo el espacio de la pantalla. Y con "Expandida", la imagen se amplía hasta ocupar todo el fondo del escritorio.
En el caso de "Expandida", hay que tener en cuenta que si trata de una fotografía muy pequeña, al aumentar su tamaño se puede producir el efecto de "pixelación", que consiste en que la imagen se ve granulada. Recordemos que cada imagen en el computador está formada por un número determinado de puntos, -llamados pixeles-, parecido a la trama de las fotos de los periódicos. Para que una foto que se agrande en sus dimensiones tenga buena calidad, debe tener mayor cantidad de pixeles. En el caso que nos ocupa, al aumentar su tamaño con el mismo número de pixeles, la calidad se deteriora.
Es importante también recordar lo que significa el término "resolución de la pantalla". Una imagen se reproduce en la pantalla del monitor gracias a que ésta tiene una serie de pequeños puntos -llamados también pixeles-, con los que se crea en toda la superficie una trama que tiene un número determinado de pixeles en cada línea horizontal y vertical.
Los monitores actuales pueden soportar diversas resoluciones. La original fue de 640 x 480 pixeles, dado que los primeros monitores eran de 14 pulgadas. Pero en la medida en que se popularizaron los de mayor tamaño, las tarjetas de video fueron dotadas de capacidad para manejar resoluciones de 800 x 600, 1024 x 768 y superiores, que permiten ver mayor cantidad de información en la pantalla. Pero es obvio, que a mayor resolución de pantalla los textos y las imágenes se ven más pequeños en un monitor de 14", por lo que en estos casos debe compensarse con uno de más pulgadas.
Finalmente, cada pixel de la pantalla es capaz de representar los tres colores básicos: rojo, verde y azul. Y éstos se pueden combinar hasta crear una paleta de 16.7 millones de colores. Para cambiar la resolución, se pulsa en la pestaña "Configuración" y se mueve el deslizador de "Resolución de pantalla" hacia "Menor" ó "Mayor", y luego se da clic en "Aceptar". [Continuará]
Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de Montería [Córdoba] de los días sábados. |