[256] Los Primeros Pasos [28]
Por: Carlos Crismatt Mouthon
Un archivo generado por el procesador de palabras es de un tamaño relativamente pequeño, con un promedio de 20 Kb para una carta de dos páginas. Pero este valor puede crecer en forma considerable si le añadimos imágenes, por lo que es necesario conocer algunos trucos para evitar que se vuelvan inmanejables.
Veamos un ejemplo, este sí, verdaderamente gráfico. Cuando se toma una fotografía de alta calidad, la mayor cantidad de píxeles que se necesitan hace que sus medidas sean grandes. Hoy es común el tamaño de 2592 x 1994 píxeles, que al guardarlo en formato "JPG" tiene un peso aproximado de 2.5 GB, algo así como la capacidad de dos disquetes.
Al insertar la fotografía del ejemplo en un documento de Word de 20 Kb, el peso se incrementa por el valor de la primera, y termina por encima de los 2.5 GB. A pesar de los eficientes algoritmos que se han ideado los programadores de los procesadores de texto para hacer lo más pequeño posible el documento, la cosa se malogra al importar una imagen tan grande, ya de por sí reducida con "JPG".
El truco en este caso es reducir las medidas de la fotografía a un tamaño menor, que sea proporcional con las del documento de Word. En el caso de una hoja tamaño carta, las dimensiones son de 21.5 centímetros de ancho por 28 de alto. Por lo tanto, lo racional es reducir la fotografía a 640 por 480 píxeles, ya que el ancho de 640 píxeles corresponde a 22.6 centímetros. El efecto que se logra es que la fotografía baja drásticamente su peso a tan solo 60 Kb, y, al mezclarse el texto con la foto, el documento aumenta sólo a 80 Kb. Esto es aproximado.
Esta economía en el peso tiene dos repercusiones prácticas favorables. La una, en el transporte del documento, ya que no se necesita tanto espacio en memoria para guardarlo. Y la otra, en su manejo en el computador, ya que un archivo muy grande hace que su apertura y las modificaciones que se le hagan se demoren mucho. Aquí es donde dice la gente, que el computador "se queda pensando".
Y ahora viene la pregunta del millón. ¿Cuál es la mejor manera para reducir el tamaño de las fotografías?. Hay muchas maneras, pero una forma expedita es utilizar el programa Power Toys de Windows XP, que no hace parte del sistema operativo, pero Microsoft lo tiene disponible para bajar en "www.microsoft.com/ windowsxp/ downloads/ powertoys/ xppowertoys.mspx". Al copiar esta dirección en el navegador, no deje espacios en blanco.
En la página que se abre, se debe buscar en la parte derecha, la de color azul, la utilidad "Image Resizer", y luego hacer clic en el vínculo respectivo, para bajarlo. Como todos los programas de Windows, la instalación se hace dando doble clic sobre el archivo que se baja.
Una vez instalada "Image Resizer", la cosa funciona así. Se busca la foto que se va a cambiar de tamaño con el Explorador de Windows y se le da clic derecho con el puntero del ratón. Luego, en el menú contextual que aparece se pulsa en "Resize pictures", con lo que se abre una ventana que permite marcar uno de los tamaños predefinidos de 240 x 320, 640 x 480, 800 x 600 y 1024 x 768.
También se pueden modificar varias fotografías a la vez, para lo cual sólo es necesario seleccionarlas y dar el clic derecho. Para quienes necesiten un tamaño en particular, en la ventana que se abre se pulsa en "Advanced", se marca en "Custom" y se introducen las nuevas medidas. Finalmente, se da clic en "OK". [Continuará]
Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de Montería [Córdoba] de los días sábados. |