[366] Windows Vista [86]

Por: Carlos Crismatt Mouthon

Detrás de su aparente sencillez, hay algunos pequeños detalles que conocer de "Deep Freeze" para que su uso y el proceso de "reinicie y restaure" no tengan complicaciones.

Para comenzar, debe reiterarse que no se debe jugar con su instalación y configuración. Muchos usuarios han reportado en los foros de Internet los problemas que han tenido con su funcionamiento y desinstalación. Por ello, la principal recomendación es tener las manos quietas, y dejar las cosas como están.

Veamos primero lo de su desinstalación. Si no hemos realizado ningún cambio -como borrar los archivos manualmente o modificar el "Registro de Windows"-, el único prerrequisito es descongelar el sistema y reiniciarlo para utilizar otra vez el archivo de instalación, que detecta ahora que "Deep Freeze" está instalado y muestra la opción "Desinstalar".

¡Ojo!, "Deep Freeze solicita después de la instalación que se cree una contraseña para que sólo el administrador puede modificar las opciones. Si no se hace, cada vez que se arranque el computador aparecerá la misma ventana recordando la introducción de la clave. Pero si la creamos y se nos olvida, no será posible entrar a las opciones para "descongelar" el sistema y desinstalarlo. En este caso es necesario recurrir a algunos de los trucos que se encuentran en la Web.

En cuanto a su estrategia de uso, se deben hacer varias anotaciones. Por ejemplo, en el caso de un Café Internet -ó Cibercafé-, en donde es probable que los usuarios traten de instalar aplicaciones o de bajar archivos potencialmente infectados, lo más recomendable es un "congelado" total, en donde se borren todos los cambios en el siguiente reinicio del equipo.

Pero si trata de una sala con mayor supervisión y usuarios más comprometidos, es posible dejar una unidad "descongelada" para que guarden sus documentos o instalen las utilidades que necesiten en su sesión de trabajo, las que se conservarán después de volver a arrancar el sistema operativo.

Esto es desde el punto de vista del usuario, ya que el administrador tiene otras responsabilidades. En el momento de la instalación, "Deep Freeze" detecta todas la unidades de almacenamiento presentes y permite desmarcar aquellas que se quieran dejar "descongeladas" permanentemente.

Se pueden hacer los cambios de "congelado" y de contraseña ingresando al cuadro de opciones, para lo que se mantiene pulsada la tecla "Shift" mientras se le da doble clic al ícono de "Deep Freeze" -es la cara de un oso polar- en el área de notificación de la "Barra de Tareas". Cuando el equipo está "descongelado", el ícono aparece con una "X".

Allí -en la pestaña "Control de reinicio"-, se puede escoger entre "Reiniciar congelada" -que es la opción por defecto-, "Reiniciar descongelada el (los) próximo (s) .. reinicios" -que permite quitar la protección por un número determinado de reinicios-, y "Reiniciar descongelada" -que es la manera de desactivar el programa hasta nueva orden-. Las dos últimas permiten hacer las modificaciones necesarias sin que éstas desaparezcan en el siguiente arranque.

Todo lo anotado hasta ahora fue probado sin problemas en Windows Vista. El único cambio perceptible es una pequeña demora al inicio de la sesión, mientras el programa deja todo en orden.