[445] Windows 7 [38]
Por: Carlos Crismatt Mouthon
El conocimiento adquirido de los métodos de protección y de restauración en Windows 7, nos permite ser proactivos al momento de tener que practicar los primeros auxilios al computador. Además, deja en evidencia a algunos técnicos que aún consideran la informática como una propiedad exclusiva de los sabios de la tribu.
Quizás la mayor evolución que hemos tenido desde la aparición del primer computador personal, ha sido la de hacer amigables los procesos. Desde la llegada con Windows 95 del "plug and play"-algo así como "conectar y listo"-, para montar un nuevo dispositivo sólo basta insertarlo en el slot ó el puerto correspondiente, ya que el sistema operativo lo reconoce, instala el controlador -el driver- y lo configura.
Esto contrasta con los tiempos del MS-DOS, en donde hasta para poner un disco duro se tenía que abrir primero el setup y luego introducir manualmente los valores de cabezas, cilindros y sectores para que pudiera ser reconocido por el sistema operativo. Y todavía más conflictivo era hacerlo con una tarjeta de red, en que a veces la noche no alcanzaba para terminar la tarea.
Por ello hay que reivindicar la facilidad con que se manejan los computadores en el día de hoy. Si estamos conectados a Internet, en forma automática se instalan las actualizaciones de Windows, los archivos de firmas del antivirus y las nuevas versiones de los controladores, entre otros. Si se produce un error durante cualquier proceso, el sistema se cierra y automáticamente recupera la información perdida.
Y -como hemos visto en las últimas columnas-, podemos regresar el sistema operativo al estado anterior en cada inicio con los programas "freezers", o a una fecha determinada con los puntos de restauración.
Toda esta introducción es para decirles que el manejo del computador cada vez más está en nuestras manos, por lo menos en la parte lógica. Es decir, en lo que tiene que ver con el funcionamiento del sistema operativo, de los programas instalados y de los dispositivos "plug and play" -como memorias USB, discos duros externos, escáneres, impresoras, cámaras fotográficas-, de tal manera que la visita al taller sólo sea necesaria en caso de daños físicos.
Nos dice un lector "que la mejor forma de que Windows no falle es no meterse en las opciones avanzadas sin tener conocimiento de ellas". Respetamos su opinión, pero el problema es que cada vez son mayores las amenazas externas -virus a través de Internet y memorias USB, principalmente-, que hacen que Windows falle.
Y sería una tontería jugar un papel pasivo si un problema se presenta casi a medianoche -cuando al día siguiente tenemos que presentar ese trabajo importante-, cuando podemos cambiar las tornas y no ser dependientes de los técnicos hasta en cosas elementales. Por ello, debemos mirar a nuestro alrededor la actitud activa de los jóvenes de la casa, que no espabilan para tomar las medidas de primeros auxilios que sean necesarias.
No sé porqué, pero desde los primeros días del computador nos crearon un temor reverencial ante la máquina, y que sólo unos genios podrían ayudarnos. En el presente -con conocimiento de causa-, la evidencia es que todos estamos en capacidad de restaurar nuestro equipo, sin que le pase nada.
Esta es una serie publicada desde octubre de 2001 por el periódico El Universal de Cartagena de Indias, en la edición de Montería [Córdoba] de los días sábados. |