[472] Windows 7 [65]

Por: Carlos Crismatt Mouthon

Uno de los mayores problemas de la seguridad de la información mientras navegamos por Internet, son los diferentes archivos que van creando los navegadores. Aunque su propósito es guardar los datos de los sitios para recordarlos o para mejorar su acceso en la próxima visita, otros los utilizan para espiar nuestras visitas.

Un ejemplo es lo que se conoce como "caché", que no es más que el almacenamiento de los textos, imágenes, videos y cualquier otro tipo de datos de los lugares visitados, para que al acceder nuevamente a ellos se acelere su visualización. Pero esta es una falsa rapidez, que conlleva generalmente a que estemos viendo una información desactualizada.

Por ello, cuando sea necesario estar seguros de obtener la última actualización de las páginas se recomienda utilizar la tecla "F5". O mejor aún, vamos al menú "Herramientas" y pulsamos en "Opciones de Internet", en la sección "Historial de exploración" damos clic en el botón "Configuración", debajo de "Comprobar si hay nuevas versiones de las páginas guardadas" marcamos en "Cada vez que visite la página web" y presionamos "Aceptar".

Igualmente, se almacenan las direcciones de los diferentes sitios a los que hemos entrado, para que al comenzar a digitarlas se nos presente un anticipo de los nombres que coincidan con los caracteres ingresados. O también para mostrarnos un historial -una especie de bítacora- con todas esas direcciones, ordenadas por nombres y fechas.

Y para completar el cuadro, también se almacenan las contraseñas que utilizamos para el correo -como Outlook y Windows Live- y cualquier otro programa que funcione para enviar y recibir información desde Internet. Lo mismo que las "cookies", que son pequeños archivos enviados por los sitios con los datos para poder verificar si ya eres cliente, o con los permisos para acceder a los que así lo requieran.

Pues bien, desde la versiones anteriores de Internet Explorer se incorporó la posibilidad de borrar este historial de navegación, para lo cual vamos al menú "Herramientas" y damos clic en "Opciones de Internet". En la ventana que se abre, buscamos la sección "Historial de exploración" y pulsamos en el botón "Eliminar". Finalmente, en la siguiente ventana marcamos los tipos de archivos que deseemos borrar y se presiona el botón "Eliminar".

Pero ahora Internet Explorer 8 -similar a lo de otros navegadores- hace automático el borrado del historial mediante la exploración "InPrivate". Con esta opción se impide que se conserven hacia el futuro el historial de exploración, los archivos temporales de Internet, los datos de los formularios, las "cookies" y los nombres de usuario y las contraseñas.

Su activación es fácil. Cada vez que pulsemos las teclas "Ctrl+Mayús+P", se abrirá una nueva ventana en la cual se navegará sin dejar rastros.

Pero mucho ojo. Esto es válido para ocultar el historial en un chequeo superficial, porque si recordamos la pregunta de si en verdad se borran los archivos de un disco duro, la respuesta es negativa. Con programas especiales se puede recuperar la información que no haya sido reescrita varias veces con el método Gutmann o similares. Así que la eliminación del historial de los navegadores sólo es un sofisma de distracción.