EDITORIAL
Por Córdoba
Ahora resulta que la situación jurídica del Departamento vuelve a estar en manos del mismo Juez que dio su fallo, lo ratificó y luego lo anuló al declarar nulo todo el proceso, porque ahora vuelve nuevamente a su despacho para resolver los recursos que han antepuesto los opositores.
Respetamos los espacios del Juez, respetamos sus argumentos, respetamos todas las instancias y términos a que él tiene derecho, pero la lógica nos dice que así como le respetamos todo, él debería tener un poco de respeto por Córdoba y hacer algo que realmente demuestre que sí es capaz de dar la solución definitiva.
Así mismo, también es hora que, pensando en Córdoba, el Consejo Seccional de la Judicatura tome cartas en el asunto, que consiga de alguna manera que el proceso sea trasladado fuera del Departamento o a otras instancias donde se le dé más celeridad al asunto, y donde quizás puedan dimensionar mejor el daño que se le está haciendo a Córdoba por este circo, que ya pasó de ser político a ser jurídico.
Claro que el Tribunal debería poner su grano de arena, y darle una solución rápida y definitiva al proceso en lo que a su instancia pertenece, pero que no se presente más el circo de las inhabilidades e impedimentos para votar, porque así sería mejor que se declaren todos impedidos y el proceso pase a un tribunal fuera de la región.
Claro que no somos expertos en la materia pero, pensando con lógica, debe haber una solución jurídica a este circo, y antes que el Departamento termine de desbaratarse hay que hacer algo por Córdoba.