Bandera de Córdoba Escudo de Córdoba Escudo de Montería Bandera de Montería
Bandera y Escudo de Córdoba Bandera de Colombia       Escudo y Bandera de Montería

| Inicio | Aviso Legal | Correo | Créditos | Mapa del Sitio |
- Tomando Nota -

Lecciones de un error


MIÉRCOLES 1 DE MARZO DE 2006 MONTERIA - COLOMBIA

Por EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ
Edmundo López Gómez

El haber recaído elnombramiento de Gobernador (e) de Córdoba en mi hijo, el arquitecto Miguel Rafael López Méndez, me causó sorpresa, dada mi posición crítica frente al Presidente Uribe.

Habrá que advertir, sin embargo, que Miguel encabezaba la lista del Partido Liberal Colombiano, presentada al Gobierno por el ex presidente y Director único del Partido, doctor César Gaviria, y, en este sentido, se hizo un reconocimiento al liberalismo en cuanto al derecho político que le asistía de postular candidatos que reemplazaran al gobernador saliente, tal como se dijo en la providencia del Consejo Nacional de la Judicatura que falló la tutela.

Con todo, carecería de buen juicio si no expresara mi complacencia por ese nombramiento y si no observara, al mismo tiempo, que el Presidente Uribe demostró que, por encima de la posición de uno de sus contradictores, tenía la facultad de tomar la decisión más conveniente para Córdoba, y la de designar a una persona sin tacha alguna como lo hizo en este caso.

El Gobernador (e) deberá garantizar a todos los sectores políticos sus derechos, enmarcados éstos en plenas garantías para su ejercicio. Y como él ya lo declaró, espera honrar el nombramiento que el Presidente Uribe le hizo, a través del estricto cumplimiento de sus deberes, con transparencia y ecuanimidad, atributos indispensables en quien quiera hacer un buen gobierno.

Por otra parte, con la decisión judicial terminó la batalla jurídica alrededor del procedimiento para encargar a un Gobernador, cuando surge la falta absoluta de quien venía ejerciendo el cargo.

El alto Tribunal se pronunció en el sentido de que no puede darse interpretación legal distinta a la de que el Presidente debió designar, con el carácter de encargado, a quien fue postulado por el Partido que había inscrito al gobernador saliente.

Con lo cual se pusieron a salvo derechos políticos insoslayables: el de garantizar la continuidad del programa de gobierno que aprobó el pueblo y el del Partido que había obtenido mayoría en la respectiva elección.

Tratar de imponer, como se quiso, que el Presidente designara a un candidato de un partido perdedor, o de recurrir a un procedimiento no contemplado en la Constitución, como buscar un "consenso" en la designación del gobernador (e) -para hacer intervenir a otros partidos distintos al Liberal-, no tenía ningún respaldo ni en la ley ni en la jurisprudencia. Fue una estratagema jurídica deplorable que los amigos del Presidente esgrimieron pero que causó un revés político al Gobierno, revés que se habría evitado si desde el principio se hubieran hecho las cosas correctamente.

En verdad, no creo que el Presidente esté a estas horas agradecido ni con sus amigos cordobeses ni con los asesores que lo llevaron a cometer un error de tanta trascendencia.

Finalmente, los juristas del régimen deben saber de una vez por todas que el sistema presidencial no es el mismo que rigió bajo la Constitución de 1886. En efecto, bajo la Constitución de 1991, ese poder quedó morigerado; y con la elección popular de los mandatarios seccionales y locales, se garantizó la autonomía política de las regiones frente a las facultades imperiales que ejercían los presidentes y de lo cual se ocupara, en importante libro, el ex canciller Vásquez Carrizosa, (q.e.p.d), ideólogo conservador, para más señas.

Ojalá que los amigos del Gobierno hayan aprendido la lección.

edlogo@cable.net.co


 

<< Regresar
 
Eres el visitante # desde Agosto 30 de 2007