El Espectador Marzo 24 de 1985 |
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CARTAGENA. Cinco mil personas concurrieron anoche a la plaza de toros Cartagena de Indias para presenciar y disfrutar de la velada inaugural de la cuarta versión del Festival de Música del Caribe. El ambiente, un poco frío al comienzo, se tornó en fiesta cuando Juan Piña y su revelación irrumpieron en la tarima interpretando temas como La Canillona, El coctel de piña y otros de sus aires tropicales. Casi todos los asistentes se volcaron a la arena de la plaza a bailar al son de este grupo que junto con Francisco Zumaqué, representó a Colombia en el espectáculo. |
Zumaqué, muy académico, muy docto en esto de la música, recibió los aplausos del público con su interpretación al comienzo y al final de su actuación del tema Colombia Caribe, convertido en el himno del festival. La macumbia y demás géneros musicales que interpretó fueron aplaudidos, pero aún se encontraban demasiado fríos los ánimos de los concurrentes como para incitar al baile. Vino posteriormente la actuación del conjunto de martinica Fall Fret, que trajo un tema que tiende a convertirse en el líder del certamen titulado Carnaval, que no fue interpretado en la noche inicial pero que seguramente será escuchado en la madrugada del lunes. El conjunto cubano Mayohuacán tampoco logró entusiasmar al público que anoche se encontraba al parecer más dedicado a escuchar las interpretaciones musicales que a otras cosas. Hubo fallas protuberantes en la velada inaugural como fueron el silenciamiento durante varios minutos del equipo de amplificación, que no es el mejor que existe en la Costa, y la constante suspensión del fluido eléctrico dentro de la plaza. Aun cuando no existe un informe técnico sobre el particular, todo parece indicar que el amperaje consumido por los equipos que se encontraban conectados a la energía era superior al que podían soportar los equipos de seguridad de la plaza y éstos se disparaban con alguna frecuencia. Pero ante estas emergencias, hubo un excelente comportamiento deÍ público que ante las fallas en la energía se dedicaba a aplaudir a los artistas quienes pese a la oscuridad permanecían en el escenario. No hubo una sola nota desagradable en el interior de la plaza y puede decirse que la presencia de la Policía allí obedecía al lleno de requisitos preventivos. Los tendidos fueron dotados de escaleras que permiten a las personas que se encuentran en éstos descender a la arena y mirar de cerca a los artistas, los que se encuentran separados del público.por una malla de un metro y medio de alto para evitar que salten al escenario los espontáneos. No obstante, muchos fueron los que burlaron el cerco. |