HERNANDO SANTOS RODRÍGUEZ
Guillermo Valencia S. compañero
De tantas ilusiones y caminos,
Desde tu cartagena amurallada
Un mensaje te envío
Junto con todos los que juntos fuimos
A beber las esperanzas del poeta.
En aquellos rincones literarios.
Te diré que estas calles silenciosas
Van diciendo tu nombre en mis zapatos
Para que se vayan remontando
A través de los nervios sensitivos.
Los crepúsculos siempre son distintos
Y el mar a veces.
Cuando voy hacia él
Se prolonga hasta mí
Con sus palabras
De verdes algas y murmuraciones
A preguntarme sobre tus pisadas
Y sobre la hirsutez de tus cabellos.
En el mercado nocturno
Silvestre con sus gritos y sus tambores,
La guitarra del ciego y su violina
Los acordeones y las guacharacas
Las cuerdas totales de la noche
Las negras con caderas aceitadas
Recordando las cumbias,
Y el grito de los negros
Buscando las esperanzas
Te despedimos todos ,
Un día de manos de los gritos
Y con el temor de perderte.
La distancia te impregnó de valentía
Y de añoranzas
Y surgieron de tu mente asombrosa
Horizontes de música y embrujos
Y llenaste el ambiente
Y nuestras vidas
De todo el huracán
De tu arte y tu bohemia.