Poemas: El Sinú y otros Cantos Guillermo Valencia Salgado "Goyo" Ediciones Unicórdoba - El Túnel Montería, 1980 La ironía, fina cuchilla del humor, no es elemento común en la literatura contemporánea, ofrece dificultades que pocos escritores logran superar, pero en la poesía de Valencia Salgado ocupa un territorio propio. |
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Los contrastes, las transposiciones de imágenes, la técnica de escoger los objetos a través de las cualidades contradictorias que presentan sus símbolos, la malicia inagotable hallada en las tradiciones populares, el golpe de la metáfora social elaborada a tiempo, dan a sus poemas un clima de impiedad contra apariencias que la vida destruye en la práctica. En estos poemas el lector halla la tristeza de la fiesta como una ceremonia colectiva que indaga las raíces del principio. En la fiesta popular el pueblo se detiene, mira hacia atrás y recorre en el fulgor de los bailes que se conservan frescos, las causas germinales de la sangre. El actor, el cancionero y el guitarrero que se manifiestan en Guillermo, el Compae Goyo, como le dice el pueblo, le dan la posibilidad única de la comunicación masiva. Siempre que los mecenas se lo han permitido ha regalado a su público, que son todos los pueblos de Córdoba, las cosechas perseverantes de su genio. Muchas familias sinuanas no sabrán quiénes son las principales autoridades del departamento, pero a nadie será ajeno ese personaje quevedesco, autor de una picaresca cáustica que en ocasiones aplica azotainas de pringamoza a los tío tigre de la política, a los tía zorra de la usura y la explotación, a los tía culebra mapaná del engaño y la corrupción administrativa, a los tío burro que desprecian la cultura y escamotean la educación a los pobres. Nadie ignorará al defensor de tío conejo-campesino, tío conejo-pueblo que siembra y hace las fortunas, que "habla en octosílabos", que hiende el tiempo con sus décimas, Este es Guillermo Valencia Salgado, creador en varios universos del arte, y este es su libro, hecho con ternura para que el pueblo se lo aprenda de memoria y lo sume a los elementos que necesita en la construcción del vasto poema social que será la patria del futuro. Eduardo Pastrana Rodríguez Poema:
María Varilla |