Los antepasados del Texas Longhorn fueron los ganados traídos a América en los años 1600, cuando el territorio de Texas era de México y estaba dominado por los españoles. Fue formado especialmente por selección natural y se adaptó particularmente bien a la vida en Texas, Oklahoma, Nebraska y otras áreas del medio-oeste norteamericano.
Su figura se hizo popular como el famoso "cornilargo" en el cine de vaqueros del lejano oeste, junto al ganado Hereford -el "cara blanca"- y el bisonte de las praderas americanas. Igualmente, se convirtió en símbolo de equipos deportivos que lo colocan en sus escudos y pancartas.
Tuvo gran auge en los años 1800, cuando alcanzó una población aproximada de 5 millones de cabezas. Para el año 1900, los cruces con otras razas habían eliminado casi el Texas Longhorn típico. Sin embargo, a finales de los años veinte comenzó a ser conservado en refugios de la fauna en Oklahoma y Nebraska. En los años sesenta, había todavía sólo un número pequeño de aproximadamente 1.500 cabezas. Pero, afortunadamente, se renovó su atención debido a su diversidad genética y potencial por mejorar otras castas de ganado. Hoy existen aproximadamente 100.000 animales de la raza Texas Longhorn en los Estados Unidos.
Características físicas
Su pelaje es manchado con una variedad de colores. Tienen piernas largas, hombros altos, y un paso largo fácil. Su principal distintivo es la distancia entre la punta de sus cuernos, que promedia un largo de 1,5 metros. El Texas Longhorn es conocido por su tolerancia al calor, la resistencia a las enfermedades -como la piroplasmosis y la miasis común o bichera, que causan importantes pérdidas en otras regiones del mundo-, buena habilidad materna, dureza general y adaptabilidad al medio ambiente agresivo y hostil.
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