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Razas Bovinas

Razas de Leche:

HOLSTEIN


En unos pocos años antes de la iniciación de la era cristiana se ubican los orígenes de la raza holstein, cuyos antecesores fueron las vacas negras de los bávaros y las blancas de los friesians, tribus que emigraron al oeste de Europa y que se asentaron en el delta del Rhin hace cerca de 2.000 años.

Más tarde, esta región se convirtió en Holanda, nación que vio nacer la raza tras un proceso de cruzamientos del cual resultaron sus características únicas de color, fortaleza y producción, que comenzaron a diferenciarla de las demás razas. En su desarrollo aprovecharon el pasto, el recurso más abundante en la zona.

Este núcleo ganadero fue expandiéndose lentamente, primero en Alemania y después por otros países europeos, con un desarrollo rústico pero que le permitió en los últimos 300 años tener un valor importante en el mercado por sus características de producción y adaptación a los factores ecológicos de muchos países.

La primera, en Boston

A Wintrop Cherney, un ganadero de Massachusetts, se le atribuye la compra de la primera vaca holandesa en territorio americano. Dicen los historiadores de la raza que la adquirió al capitán de un barco que atracó en el puerto de Boston y que llevaba al animal para proveer de leche a la tripulación durante la travesía.

Se asegura que Cherney se entusiasmó tanto por la producción y características de su vaca que resolvió tener más holstein, y ese fue el comienzo de las importaciones masivas desde holanda hasta Estados Unidos, concretamente al estado de Massachusetts, hacia 1857, que se prolongaron hasta 1861, y que representaron la llegada al continente americano de 8.000 ejemplares, aproximadamente.

Fue entonces cuando en Europa se presentó una seria enfermedad que diezmó sus ganaderías y frenó las exportaciones. Esta circunstancia determinó la organización de los criadores norteamericanos para fomentar la formación de sus ganados propios, y en 1885 crearon la asociación holstein.

Una vez organizada y con su propio herd book o libro de registros comenzó el análisis de su comportamiento para la selección de la raza mediante el registro de animales y mejoramiento de pedigrís. Los excelentes resultados determinaron su rápida expansión por todos los estados de la unión y por Canadá.

De los 284 socios fundadores ha crecido hasta tener hoy 54.000 en cuyas manos hay 10 millones de vacas, productoras de 90% de la leche que consume Estados Unidos. La asociación ha logrado doblar la producción por vaca en los últimos 40 años, y con ello reducir a la mitad la cantidad de animales.

Con el paso de los años, con la ayuda de la ciencia y la tecnología, y con una paciente selección genética, la raza ha podido afianzar su liderazgo mundial como productora de leche, tanto pura como cruzada con otras razas, lo que le permite tener asegurado su futuro.

La raza en Colombia

Sólo 11 años después de que llegó a Estados Unidos la primera vaca holstein, se importaron a Colombia los ejemplares ’; fundadores’ de la raza en nuestro país.

Sin embargo, pasarían 74 años antes de que cristalizara la organización de una asociación de criado-ros, hecho que se concretó coincidiendo con la llegada a Colombia del señor A.C. Oosterhuis, de la asociación norteamericana, quien había viajado para estudiar la probabilidad de establecer relaciones entre los ganaderos colombianos y la entidad de Estados Unidos y para buscar mejorar la organización colombiana.

El 23 de abril de 1942 se constituyó oficialmente la asociación, como término de un proceso que había comenzado cuando más de 40 interesados en la holstein nombraron un comité para que estudiara los estatutos que regirían la institución. Dicho comité quedó formado por Guillermo Herrera Carrizosa, Ramón Gómez Sierra, Alejandro Angel Escobar, Washington Bernal y Manuel Gómez Rueda.

Los criadores holstein escogieron a Guillermo Herrera Carrizosa como primer presidente de la asociación. A él lo acompañaron:

Vocales principales
Ramón Gómez Rueda
Alejandro Angel Escobar
Ernesto Puyana
Antonio Borda Carrizosa

Vocales suplentes
Luis Nemesio Izquierdo
Honorato Espinosa
Enrique Osorio
Enrique Angel Tamayo

La década de los 40 se caracterizó por la organización de la asociación, en cuyo trascurso surgieron dificultades, especialmente en lo relacionado con el registro de animales puros y hembras mestizas. Sólo hasta 1945 se resolvieron las diferencias existentes, y con la colaboración de la asociación de Estados Unidos se establecieron las bases para llevar los libros de registro y se aprobaron los términos para clasificar las hembras mestizas por tipo.

Ese mismo año se iniciaron las exposiciones. En la primera, celebrada en los predios de la facultad de Medicina Veterinaria, participaron 168 animales entre puros importados, puros nacidos en el país y hembras mestizas.

El primer campeón fue King Bassy Senator Royal, importado por Ramón Gómez Sierra; campeón reservado fue Santi Pride Rag Apple, nacido en Colombia, criado por Luis Nemesio Izquierdo, de propiedad de Carlos Reyes Patria. Campeona fue la vaca importada Ebenezer Piper Johanna, de Echeverry Cortés; el campeonato reservado lo ganó la novilla Susaguá Imperial Sensatjonal Marcia, nacida en Colombia y que dió al criadero de los Herrera Carrizosa el primero de una larguísima lista de premios como la ganadería holstein más importante que hubo en el país hasta el fallecimiento de sus propietarios.

En 1953 la asociación inició su propio control lechero, que evolucionó hasta la implantación del DHI, en septiembre de 1980 y que ha sido uno de los factores determinantes en el progreso y mejoramiento de la raza, junto con la liberación de las importaciones, prohibidas en1963.

En control lechero hay 16.894 animales, con producción promedio de 4.216 kilos en 305 días.

La capacidad de la raza para adaptarse a medios diferentes a la Sabana de Bogotá repercutió en el interés demostrado por ganaderos de otras regiones del país. Así fue como en julio de 1950, por iniciativa de Aurelio Llano Posada se creó la seccional de Antioquia, y en agosto de 1951 la del Valle del Cauca, impulsada por Armando Molina Cabal.

El impulso dado por estas seccionales dieron lugar a importantes y exitosas exposiciones regionales en La Ceja y en Buga, a partir de 1952.

Un hecho importante en la década del 50 fue la aprobación de reglamento para el holstein colombiano (mestizo) que empezó a regir en 1950 y estimuló a los criadores de ganado colombiano.

También fueron trascendentales la fundación de las seccionales de Boyacá, Cauca y Nariño, con lo que la raza se proyectó por todo el país.

La asociación cuenta hoy con 16.593 socios activos, distribuidos así: Cundinamarca, 11.908; Valle,

2.010; Antioquia, 2.575; Boyacá, 100.

EL HOLSTEIN IDEAL

El animal holstein se juzga teniendo en cuenta los seis aspectos siguientes, a cada uno de los cuales se le otorga un puntaje, citado aquí entre paréntesis, de modo que el que más se acerque al tope de 100, más próximo habrá llegado al ideal de la raza.

Apariencia general (20)

Individualidad atractiva, que indica feminidad, vigor y fortaleza, tamaño y estatura, con una armoniosa unión y balance proporcional de todas sus partes. Se tienen en consideración todas las partes de la vaca al evaluar la apariencia general.

Temperamento lechero (14)

Se evidencia la habilidad lechera, la angularidad y descarne general, sin debilidad o evidencia de fragilidad; carencia de acumulación de grasa y de partes toscas, considerando la época de lactancia.

Cabeza: Descarnada, ojos grandes y brillantes, orejas alerta.

Cuello: Largo y tableado, delgado, unido suavemente a la espalda, descarnado en la garganta y sin grasa en el gargantón y base del pecho.

Cruz: Bien definida y angulosa, con las vértebras dorsales ligeramente sobresalientes con relación a las paletas.

Costillas: Bien apartadas entre sí, de hueso plano, ancho y largo.

Flancos: Profundos y refinados.

Muslos: Vistos de lado, rectos o ligeramente curvos; vistos de atrás, bien apartados entre sí cediendo amplio espacio para la ubre y su inserción posterior.

Piel: Fina y plegable, con pelo fino.

Ubre: Suave y plegable, libre de grasa o edema.

Huesos: Planos, fuertes y sin tosquedad.

Capacidad (14)

Cabeza con adecuada longitud y tamaño; sección media relativamente grande en proporción al tamaño del animal, de manera que dé amplia capacidad, fortaleza y vigor.

Cabeza: Hocico fuerte, con ollares grandes y abiertos; quijadas que se junten aproximadamente; quijada inferior fuerte; frente ancha.

Pecho: Con base ancha, resultado de una amplia separación de las manos.

Espalda: Unida suavemente a las costillas, cruz y cuello y base del pecho, formando una unión estrecha con el cuerpo.

Círculo toráxico: Grande y profundo, lleno al nivel de los codos, con las costillas delanteras bien arqueadas, unidas suavemente a la espalda.

Espaldilla: Bien rellena.

Línea dorsal: Fuerte y recta, con las vértebras bien definidas.

Lomo: Ancho y ligeramente arqueado; vértebras bien definidas; ligeramente más ancho y alto al unirse al anca.

Sección media: Costillas largas, anchas y bien arqueadas, con profundidad y anchura para incrementar la capacidad del abdomen.

Patas y pezuñas (12)

Hueso limpio y fuerte; con patas que en su forma y movimiento permiten cargar apropiadamente al animal.

Pezuñas: Cortas y bien redondeadas, con talón profundo y dedos ligeramente separados.

Patas: Cuartillas fuertes, de mediana longitud y flexibilidad.

Patas anteriores derechas y separadas entre sí; sus pezuñas deben formar un cuadrado con las traseras.

Patas posteriores casi perpendiculares del corvejón a la cuartilla, vistas de lado; rectas y separadas entre sí, vistas de atrás; corvejones limpios y bien moldeados. Hueso plano, fuerte y ancho, con tendones bien definidos.

Sistema mamario (30)

Ubre firmemente insertada, bien balanceada y nivelada, de textura fina que indique abundante producción y larga vida útil. Simétrica, de longitud, anchura y profundidad moderadas y ligera cuarteadura a los lados.

Ligamento medio suspensorio: Fuerte, con una pequeña hendidura en la mitad de la ubre. Textura suave, plegable, elástica, de buena reducción después de ordeñada.

Ubre anterior: Insercíón firme y suave al cuerpo; longitud moderada y cuartos bien balanceados.

Ubre posterior: Inserción alta, ancha y fuerte; ligeramente redondeada; amplitud uniforme de arriba a abajo; cuartos bien balanceados.

Pezones: De tamaños uniforme, de longitud y diámetro medianos; cilíndricos y perpendiculares; en el centro de cada cuarto, vistos de lado; vistos de atrás, ligeramente hacia adentro del cuarto.

Venas mamarias: Largas, tortuosas y ramificadas. Es deseable que la ubre sea venosa.

Anca (10)

Larga, ancha y bien cortada, unida suavemente al lomo.

Cuadriles: Anchos pero no prominentes; ligeramente más altos que la punta del anca.

Puntas del anca: Bien separadas entre sí y sin acumulación de grasa.

Articulaciones: Altas y separadas entre sí, considerando la época de lactancia.

Inserción de la cola: Refinada, conservando el mismo nivel de la línea dorsal y ligeramente más alta que las puntas del anca.

Cola: Larga y delgada.

En cuanto a los toros holstein, el puntaje ideal también es 100, repartidos en cinco aspectos: apariencia general, 25; temperamento lechero, 20; capacidad, 20; patas y pezuñas, 20; anca, 15 puntos.

Programas de la asociación

Mediante la clasificación lineal se miden las características fenotípicas individuales desde un extremo observable a otro; un sistema de medida que puede aplicarse en forma uniforme a todas las características en una escala que oscila de 1 a 50 puntos.

El programa contiene 29 características lineales descriptivas, 15 primarias y 14 secundarias que miden la conformación funcional. A ellas se agregan cuatro características de manejo. Las primeras son aquellas que se conocen por su valor económico y que representan bastante variación, de manera que cuando se sumarizan dado el toro reproductor, proveen una base para la selección. Las secundarias se han incorporado para suministrar mayor información que sirve a la investigación para evaluar mejor su importancia genética y económica.

El clasificador evalúa los rasgos del animal sin tener en cuenta la edad, el ambiente o etapa de la lactancia.

Empleado como guía en la selección de toros y vacas procreadores, los ganaderos pueden mejorar la producción de leche por lactancia, aumentar el número de lactancias en la vida de la vaca y reducir la necesidad de reemplazos.

Las características de tipo funcional afectan la eficacia del hato lechero. El conocimiento de las características y la forma como ellas contribuyen a la longevidad del animal constituyen un elemento esencial en el manejo del hato. Un conocimiento de toros probados que transmiten características deseables a sus crías es importante para un buen programa de mejoramiento. Este conocimiento ayuda a precisar las características positivas y negativas del ganado de modo que el criador puede aprovechar al máximo la selección genética.

35 Años en la Ganadería Colombiana. Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas. Bogotá. 1889.

 

© Carlos Crismatt Mouthon
 
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