Carlos Valera Pérez, reconoce que asistió al acto de lanzamiento del candidato a la gobernación por el Polo Democrático, pero afirma que lo hizo en su condición de director de la Red Ver. Sin embargo, su participación fue abiertamente proselitista.

Montería. El director de la Red Ver en Córdoba, Carlos Valera Pérez, reconoció mediante oficio enviado a la Dirección de este diario que asistió al acto de lanzamiento del candidato a la Gobernación de Córdoba por el partido Polo Democrático.

Sin embargo, al solicitar una rectificación a la información publicada aquí el día 17 de agosto, explica que su participación en dicho acto fue en su calidad de "veedor ciudadano anticorrupción".

Sin embargo, EL MERIDIANO se mantiene en su postura y reitera que la participación del doctor Valera Pérez en dicha reunión fue abiertamente proselitista, por lo cual su misión como veedor se vio empañada de subjetividad.

Caso Valera-Polo

Una cosa es vigilar y otra cosa es arengar

Montería. El director de la Red Ver en Córdoba, Carlos Valera Pérez, rechazó las informaciones publicadas por este diario en relación con su apoyo al candidato del Polo Democrático a la Gobernación de Córdoba.

Mediante un oficio enviado al Director de este medio el 21 de agosto, el veedor manifiesta, en algunos apartes, lo siguiente:

..."En las columnas periodísticas (...), se afirma con el enconado ánimo de perjudicarme en vez de apoyarme decidida e incondicionalmente en la implacable e inexorable lucha contra la corrupción de cualquier especie, que pertenezco al Polo Democrático porque asistí a la reunión de ese partido celebrada en el recinto de la Asamblea Departamental de Córdoba, el día sábado cuatro (4) de este mes; al respecto debo manifestarle con la honestidad y el valor civil que me caracteriza, que es cierto que estuve presente en dicho acto y lo hice como Veedor Ciudadano Anticorrupción atendiendo un oficio suscrito por el doctor Alvaro Emiro Petro Sierra, cuya copia le anexo a este petitum, pidiéndome que en mi condición indicada, ejerza estricto control para evitar que a su campaña como candidato a la Gobernación de Córdoba, ingresen los llamados dineros 'calientes' o de dudosa procedencia; invitación que acepté y lo aceptaré de cualquier otra campaña que me lo solicite sin que tenga que pedirle permiso a nadie..."

En aras de clarificar este asunto, EL MERIDIANO de Córdoba se permite hacer las siguientes precisiones:

El ejercicio de la política no es delito alguno, al menos en Colombia, el país con la democracia más antigua en América Latina; por tanto nunca hemos considerado que si el señor Valera pretende hacerlo deba pedir permiso a este medio o a algún ente. Cada quien es autónomo de actuar según su conciencia y convicciones le indiquen.

- La función de EL MERIDIANO de Córdoba es dar a conocer a nuestra comunidad el acontecer de la región, el país y el mundo; y si bien es cierto que toda persona está en libertad de asistir a cualquier reunión política, también es cierto que cada quien se comporta en estas manifestaciones de acuerdo a la dignidad que ocupe.
Es por eso que nos llamó mucho la atención no su presencia en la mencionada reunión del 4 de agosto en las instalaciones de la Asamblea, sino el que el señor Carlos Valera tomara el micrófono para participar en la reunión y expresar públicamente que: "debemos sacudirnos del imperio de los diferentes partidos o movimientos políticos, porque eso me huele a una secuela de la esclavitud. Plagiando a Jorge Eliécer Gaitán, máximo capitán de la democracia, les digo: por la restauración moral de Córdoba a la carga con àlvaro Petro".

De acuerdo con lo mencionado por Valera Pérez en su oficio, el fue invitado a la reunión en su condición de veedor. Eso es una cosa, pero otra muy distinta es dirigirse a un público con arengas. ¿O estamos equivocados?

Es lo mismo que si un periodista de éste, o cualquier medio, asistiera a una manifestación política y además de ejercer su actividad como reportero, en un momento determinado tomara un micrófono y elogiara al candidato protagonista de la manifestación. Ese comunicador pierde credibilidad ante la opinión pública. No se puede estar con Dios y con el diablo.

- Finalmente, EL MERIDIANO de Córdoba no atenta contra su moral ni cuestiona su buen nombre, como pretende hacerlo ver; pero sí analiza el caso y por lógica deducimos que una persona que quiere ejercer control, debe abstenerse de hacerle "guiños" a determinado candidato, para luego cuestionar a otros.